Si me dieran un euro por cada pregunta que me hacen de este estilo, tendría un montón de euros.

En serio, deberíais darme un euro por cada pregunta de este tipo. Me puedo poner un tarro de propinas o algo así. Eso me permitiría retirarme a algún lugar paradisíaco (para mí, paradisíaco es cualquier lugar donde no haya 35º a la sombra) y vivir solo de contestar a preguntas de este tipo.

enfocar un blogYo, en un sitio precioso y primaveral donde las tiendas solo venden zapatillas horribles y me puedo permitir la depilación láser.

Y es que esta es una pregunta muy específica, pero que preocupa a muchos escritores. Leen por todas partes que para darse a conocer y promocionar sus libros necesitan un blog. Y se preguntan de qué tienen que hacer ese dichoso blog.

Primero, cuestionemos lo más básico. ¿Es necesario un blog? No es estrictamente necesario, no. Puedes sobrevivir teniendo una plataforma estática, siempre que utilices otros métodos de interacción con tus seguidores (la plataforma por sí sola no sirve de nada). Con el blog entras en un terreno muy competitivo. Hay autores muy problog y hay autores que han vendido tropecientos millones de libros sin haber posteado en su vida.

Un blog es la estrategia de contenidos perfecta (y posiblemente la mejor forma de crear una lista de correo potente), y todos sabemos que ahora en mercadotecnia es con lo que se están haciendo sus pa… digo… pesetas los marqueteros. Para nuestro infortunio, un blog implica mucho esfuerzo, trabajo y tiempo. Pero también es cierto que cualquier otro método eficiente también lo exige (ya sea estudiar intensivamente a Amazon y aprenderte todos los trucos SEO del mundo; ya sea convertirte en el rey de Facebook Ads o en un tuitstar sin parangón).

Personalmente, me gusta el blog porque me sirve para practicar aquello que me interesaba desde el principio, que es escribir. Y porque soy una persona reflexiva y me gusta darle vueltas a aquello que aprendo sobre mi oficio. Y porque la relación directa con los lectores es muy satisfactoria. Y porque es más fácil conseguir lectores de blog que de una novela o un libro de cuentos, qué le vamos a hacer.

En resumen: un blog no es obligatorio si eres escritor, pero sí es muy útil si se sabe llevar. Tanto, que puede ser el centro de tu estrategia.

Uno de los puntos más importantes en que nos insisten siempre (y con razón) es que debe haber una temática concreta para un público objetivo. Si hoy hablo de estrellas de mar y mañana de grupos pospunk y pasado de técnicas narrativas, es probable que os tenga a todos un poco confundidos. Es lógico y claro como el agua, pero con frecuencia la tentación de saltarnos esa regla, pensando que somos estrellitas mágicas y especiales y a nosotros nos irá de otra forma, es poderosa.

La consulta que me han hecho veces incontables es la siguiente, con palabras que se reducen a algo así:

¡Pero si a mí me interesan un montón de cosas y quiero hablar de todas ellas! ¿Cómo hago eso en mi blog?

Tres posibles soluciones

Veo tres maneras de solucionar esto:

  1. Empieza hablando de todo lo que te dé la gana. Más adelante, concéntrate en la temática que más disfrutes o que veas que produzca más atención y movimiento.
  2. Túrnate. Si te interesan dos elementos diferentes, aparca uno de tus temas para más adelante. Concéntrate solo en una cosa (hagas lo que hagas, evita la multitarea) y, con el paso del tiempo, cuando tengas tiempo y te sientas cómoda con ello, puedes desarrollar otro tema en otra plataforma distinta.
  3. Habla de varios temas diferentes, pero con coherencia.

¿Qué significa esto último? Significa que si quieres hacer reseñas, hablar de técnicas narrativas, publicar tus relatos y comentar el partido de fútbol del sábado, puedes. Pero siempre manteniendo una periodicidad o una diferenciación clara.

Me explico. Ante todo tienes que encontrar un tema central, una definición. Tu blog podría ser Obsesión literaria (y algo de fútbol), dejando cristalino que la literatura es lo prioritario, por ejemplo. Hablas de escritura y de lectura, pero tienes una sección que actualizas, puntualmente, el día 20 de cada mes, sobre fútbol. Y otra que actualizas puntualmente cada 10 de cada mes, con reseñas. Todo en categorías claramente diferenciadas. Sin perder de vista tus actualizaciones generales, que serían sobre escritura.

No es una cuestión de qué incluyes en tu blog, sino de cómo lo incluyes. Tienes que dar una definición clara y una coherencia. Tienes que elegir un tipo.

enfocar tu blogTodos tenemos un tipo. El mío caza unicornios malvados en los bosques de noche y bebe su sangre a la luz de la luna mientras me recita versos de Panero y prepara sushi. Y no lo veis por delante, pero es hermafrodita y tiene lengua bífida. Sí, tengo un tipo muy particular.

Aun así, recuerda que centrarte en un solo tema (aunque sea algo tan abstracto como «lo literario») es lo preferible. Puedes hacer algún comentario sobre fútbol en tu cuenta de Twitter o poner fotos de Cristiano Ronaldo sin camiseta en tu Pinterest, pero tu blog agradecerá, siempre, que andes concentrado en un abanico de temas claramente relacionados. Puedo hablar de blogs, de marketing, de trucos para crear personajes, pero al final estoy hablando siempre del mundillo de la escritura. No comparto aquí mis fotos más eróticas, por ejemplo, porque eso no vendría a cuento.

En mi experiencia, la solución primera (empieza hablando de todo lo que te dé la gana) es la que mejor funciona. Una vez descubras con qué te sientes más cómodo/a, puedes adecuar el blog (su diseño y enfoque) a eso. Pero evita perder demasiado tiempo usando tu blog como cajón de sastre (o desastre): examina la respuesta a tus publicaciones, analiza qué tipo de lector te compensa y busca los contenidos que crees que más pueden interesarle.

Lo importante es lo que quiere el lector, si quieres que alguien a) te visite y b) posiblemente compre algún libro tuyo.

Lo importante es tu objetivo

Tu comportamiento dependerá de tu objetivo. Puede que todo se clasifique así:

a) ¿Buscas desahogarte, compartir opiniones? Haz el blog de lo que te dé la gana cuando y como te dé la gana.

c) ¿Buscas ofrecer servicios? Enhorabuena, amigo/a, porque el blog es tu mayor aliado. Escribe buenos artículos sobre aquello a lo que te dedicas. Eso te da apariencia inmediata de experto. Te puedo asegurar que la eficiencia de un buen blog a la hora de obtener buenos clientes es de +1000.

c) ¿Buscas vender libros? ¿Buscas visitas e interacción, crear relaciones a largo plazo con lectores potenciales? Pues ya puedes currarte tus titulares, contenidos, diseño, SEO, social media y mil cosas más. Lo de menos es que te gusten el fútbol, el rugby o los ritos de apareamiento de los delfines (a no ser que tus libros vayan sobre esos temas). Necesitas atraer a tu lector objetivo. ¿Quién lee tus libros o libros similares a los tuyos? Búscalos, averigua qué blogs siguen, qué cuentas de redes sociales siguen, investiga qué contenidos les interesan. Y ofrece de eso. Con tu propio giro personal e intransferible, claro.

¿Parece mucho trabajo? Lo es. LO ES (dice ella entre gruñidos). ¿Por qué crees que tanta gente empieza un blog y luego lo abandona?

enfocar un blogGeocities: un ejemplo de lugar donde iban los blogs a morir. A los menores de 20 años: sí, así era internet antes. Ahora id a buscar un bote de Fairy para lavaros los ojos.

Yo aconsejo que te hagas un blog. Creo que si se hace bien, es la puerta de acceso a muchas oportunidades y a un aprendizaje acelerado. Pero no me gusta la noción de que un blog es indispensable. Cada escritor es un mundo muy particular, con sus fuerzas y debilidades y fobias y filias que quedan entre él/ella y esa carpeta de fotos que tiene protección por contraseña.

Ante todo, creo que te tiene que gustar. Y luego tienes que unir eso que te gusta con lo que buscan tus lectores. Puede que tengas que sacrificar algunos intereses: concentrarse en una sola cosa es importante.

Nada de esto sirve de nada si no sabemos por qué nos hacemos un blog. Entrar en una relación a largo plazo solo porque alguien te ha dicho que te conviene no tiene mucho sentido. Un blog es un compromiso y requiere estabilidad y afecto; como una relación entre personas, pero más exigente y con menos fluidos.

Recomiendo aplicar el truco de las cinco preguntas, esos cinco porqués, o cualquier otro método donde analicemos nuestra conciencia un buen rato y descubramos nuestros objetivos a largo plazo y las razones que hay detrás. Hazte también las tres preguntas para acabar con tareas estúpidas.

No te hagas un blog porque sí, no te hagas una página en Facebook porque sí. Yo me hice una en Pinterest; ahí está la pobre, muerta de risa. No encajaba conmigo, lo hice porque varios blogueros estadounidenses decían que Pinterest era la pera para vender libros. Y entonces me di cuenta de que en España nadie usa Pinterest para comprar libros.

Experimenta, sí, pero nunca hagas algo porque alguien te diga que es estrictamente necesario si quieres triunfar. Analiza primero si encaja con tus objetivos, con tu estrategia. (Porque tienes una estrategia, ¿verdad?). No puedes probarlo todo.

Y dormir tus ocho horas diarias es importante.

O nocturnas, que hay gente para todo.



¿Te ha servido este artículo?

a) No. Es una caquita –> Vaya, lo siento. Intentaré hacerlo mejor la próxima vez.

b) Sí, me has solucionado la vida. Te amo –> ¡Gracias! Que sepas que tengo dos cosas más que ofrecerte:

  • Un libro completísimo con lo mejor de este blog y de mi lista de correo. Está estructurado como una guía con secciones de mentalidad, productividad, técnica literaria, publicación y marketing. ¡Y solo cuesta 3,99 €!

  • Una lista de correo, donde cuento cosas más personales, aviso de artículos nuevos y escribo pequeños artículos que no salen en este blog. Solo mando correos una o dos veces al mes, no soy nada molesta 😉

¡Y eso es todo! Sal ahí fuera y deslumbra al mundo con tu escritura.