ID-100235878Aprendí muchas cosas durante mi época como editora. Entre otras, aprendí un poco de maquetación, de mercadotecnia, de atención al cliente, de gestión de recursos, de corrección y de hacer milagros con cuentas bancarias casi vacías. Aprendí (aunque tardé mucho en aceptarlo) cuáles eran mis puntos fuertes y cuáles eran mis puntos débiles. Pasé por una época mala, por muchas razones, en las que pensé que los débiles no podían cambiarse, que eran parte de cómo soy, y que eso significaba que había fracasado y que siempre fracasaría.

También he aprendido mucho del acto de escribir. He aprendido sobre disciplina, sobre mi capacidad de trabajo y sobre cómo no dejarme llevar por el miedo (esto lo volveré a leer cuando ande por alguna esquina llorando con una crítica de El fin de los sueños en las manos). He aprendido, gracias a la escritura y a muchas otras cosas, que uno no tiene por qué ser de ninguna manera, que muchas habilidades se pueden desarrollar con la práctica y con una pizca de valentía.

Así que cuando encontré este artículo de Leo Babauta (zenhabits.net), decidí que resumía algunos de los aspectos más importantes del hecho de escribir. Babauta ofrece a sus lectores plena disposición de sus textos, así que con su permiso implícito os ofrezco esta traducción. Podéis encontrar el artículo original aquí.

 

Qué he aprendido como escritor

por Leo Babauta, traducción de Gabriella Campbell

He sido escritor profesional desde que tenía 17 años, así que ya hace casi 24 años desde que empecé. Me he ganado el sustento con las palabras, y he escrito muchas de ellas, más de 10 millones (aunque muchas se repetían).

Eso significa que he cometido un montón de errores. Muchas erratas. Mucha escritura de la mala.

Ser escritor significa que he fracasado muchas veces, y que he aprendido algunas cosas gracias a esto.

Es posible que muchos de vosotros seáis aspirantes a escritores (o escritores que buscan inspiración en la experiencia de un compañero de profesión). Otros no tendréis ningún interés en convertiros en escritores, pero aun así deberíais escribir. Os diré por qué: es una herramienta increíble para aprender sobre ti mismo. Y si eres un escritor efectivo, eres un comunicador, pensador, vendedor, empresario y persuasor efectivo.

Así que, para cualquier persona interesada en escribir, me gustaría compartir lo que he aprendido hasta ahora:

  1. Escribe cada maldito día. Sí, también los fines de semana. Sí, incluso cuando estás ocupado con otras cosas. Todos los días escribo un artículo para el blog, para el programa Sea Change, o para mi nuevo libro o para una novela. Si no tengo suficientes cosas por escribir, comienzo un proyecto nuevo. Escribo por lo menos mil palabras al día, pero tú no tienes que escribir tanto. Escribir a diario lo convierte en rutina, así que nunca tienes que pensar en ello. Simplemente lo haces. Se vuelve más fácil, menos intimidatorio. Mejoras. Es como hablar con un amigo: es la manera en que te expresas.
  2. Si no lo tienes todavía, hazte un blog. Seas o no seas escritor, deberías tener un blog. ¿Por qué? Porque es una forma genial de llegar a un público, de practicar tu escritura a diario, de reflexionar sobre aquello que has estado aprendiendo, de compartir con otros para que puedan beneficiarse, de participar en una conversación más grande, de aprender sobre ti mismo. Cualquiera que quiera aprender sobre sí mismo debería tener un blog. Un consejo: prueba Sett para empezar, es una forma muy buena de crearte un público y participar en una comunidad activa*.
  3. Escribe con claridad. Creo que esto es de Strunk & White**, pero a mí me funciona bien. Escribo con un lenguaje sencillo, le dejo lo florido a otros escritores. El peor caso es el académico: el lenguaje académico es tan artificioso que nadie quiere leerlo a no ser que quiera enseñarle a los demás lo listo que es. Jerga técnica, discurso empresarial, vocabulario pretencioso, acrónimos poco conocidos… nada de esto tiene sentido a la hora de comunicarte con otros seres humanos. Solamente usa estas cosas si quieres ocultar el hecho de que no sabes de lo que estás hablando.
  4. No escribas solo para escucharte hablar. A mucha gente le gusta hablar y hablar sobre ellos mismos y sus vidas, pero a los lectores eso no les interesa. Los lectores acuden por sus propios intereses. Estás leyendo esto para conseguir ideas para ti mismo como escritor, no para leer en detalle y tecnicolor sobre la vida de Leo el escritor alucinante. Claro que puedes contar historias sobre ti si son muy entretenidas o inspiradoras o muy instructivas. Pero ten ese objetivo y asegúrate de estar trabajando con ese propósito. No te limites a enrollarte porque sí.
  5. Casi todo puede acortarse. Este post también, por supuesto. Seguro que podría cortar un 25% de este artículo sin problema (ya he recortado un 25%, de hecho). Revisa tus frases y piensa: ¿es esto realmente necesario? ¿Qué pretende conseguir? ¿Cómo quedaría el texto si lo quitara? Y si puedes, recorta. Hace que tu obra sea más legible, más clara.
  6. El miedo es lo que detiene a la mayoría de los escritores en potencia. La mayoría de la gente no escribe (por lo menos no de forma pública) porque tienen miedo de que lo harían mal. Y sí, lo harán. Todo el mundo lo hace mal al principio. No mejorarás si te limitas a sentarte en tus propias manos. Apechuga y sal ahí fuera. Al principio no tendrás muchos lectores, pero conforme crezca tu público también crecerán tus habilidades.
  7. Lee de forma regular para obtener inspiración. Escribo más de mil palabras al día, pero leo unas diez veces más que eso. Leo libros, revistas en línea, blogs y mucho más. La lectura me da ideas, me muestra mejores formas de escribir y me da acceso a los mejores profesores de este arte (escritores fabulosos).
  8. La procrastinación es tu amiga. Todos los escritores conviven a diario con la procrastinación. Si te permites sentirte mal por esto, te sentirás mal acerca de ti mismo como autor. En vez de esto, acepta tus ganas de dejarlo todo para más tarde como si fueran un amigo, disfrútalas… y luego pídele al amigo que te deje un ratito a solas para que puedas trabajar. Ningún amigo debería monopolizar tu tiempo. Termina de escribir y luego invita a tu amigo de vuelta cuando tengas tiempo libre.
  9. Asegúrate de que hay gente que espera que escribas. Esta es otra razón por la que los blogs son fantásticos: si te haces con un público, sientes la presión de sus expectativas. Esta presión es buena, evita que la procrastinación se apodere de tu vida. Sabes que tu público está esperando que escribas, así que mueves el culo y lo haces. Antes de tener un blog, tenía editores que esperaban que les entregase textos.
  10. El correo electrónico es una excusa. Muchas veces vamos a mirar el correo porque hace que nos sintamos productivos (y en ocasiones es así), pero es fácil utilizar esto como una excusa para dejar la escritura para más tarde. En serio, no te pasará nada malo si cierras el email un par de horas. Ciérralo, cierra todo lo demás y ponte a escribir. Tu correo electrónico estará ahí, esperándote, cuando termines.
  11. Las herramientas no son importantes. La mayoría de la gente juega con sus herramientas de escritura, en busca del sistema perfecto. Olvídalo, puedes escribir con lo que sea, mientras tengas un teclado. Sí, prefiero mecanografiar en vez de escribir a mano, porque a máquina escribo mucho más deprisa. Las palabras salen con una rapidez más próxima a la velocidad de mi pensamiento. Pero qué programa usar… eso no importa. Escribo en TextEdit, Sublime Text, Ommwriter, Byword, Notational Velocity, en el editor de WordPress o de Sett, en Google Docs. Simplemente abre un documento nuevo y empieza a escribir.
  12. La envidia es para los idiotas. Los escritores tienden a ser tipos inseguros, puede que sea porque exponen su alma, la ponen a la vista para que todo el mundo pueda criticarla.  Así que a menudo tienen celos del éxito de otros escritores. Ese es un desperdicio total de tiempo y energía. No te hace ningún bien como escritor. En vez de eso, aprende del éxito de otros, averigua qué sabes hacer bien y une ambas cosas. Alégrate por los demás. Serás más feliz.
  13. Escribir puede cambiar vidas. Cuando publico un artículo, tengo la esperanza de que será útil para alguien. Pero con frecuencia las respuestas que me llegan son increíbles: la gente me dice cuánto le ha cambiado la vida uno de mis artículos (o mi blog en general). Esto me deja anonadado. Cuando sueltas algo en el mundo con buenas intenciones, nunca sabes qué tipo de impacto puede tener en otras personas. Puede no hacer nada, pero podría tener un efecto profundo en la vida de alguien. Esa es una razón poderosa. Esa es realmente una razón para levantarse y escribir.

Y una cosa que he aprendido, sobre todo, es esta: la vida que más ha cambiado mi escritura ha sido la mía. Escribir para vosotros me ha cambiado, de maneras que solo empiezo a entender. De maneras maravillosas, locas, de esas que hacen que levites. Y eso hace que quiera hacerlo para siempre.

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Notas de Gabriella:

*Creo que Sett no está en español; si conocéis otro formato blog con su propia comunidad interactiva, se aceptan sugerencias en los comentarios. Para blogs normales, Blogger ofrece plantillas muy fáciles de usar, si bien WordPress es el favorito de la mayoría de profesionales.

**Un libro de estilo muy conocido de lengua inglesa.

***Personalmente creo que hay beneficios en cuanto al acto de escribir a mano (y de hecho se han demostrado algunos, ya que nuestro cerebro funciona de forma diferente al escribir a mano y a ordenador). Suelo escribir a ordenador porque es más rápido (y porque así no tengo que pasar cosas a máquina luego, claro), pero cuando estoy de viaje o por la razón que sea no tengo acceso a un ordenador, me gusta la experiencia de relajarme en algún bar o tetería con un cuaderno y un boli: algo que es una obligación se transforma en un placer.

 

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