¿El mayor miedo? Creo que la respuesta es universal, ¿a qué se puede tener más miedo que a dejar de existir? Es probable que todo el mundo conteste a esa pregunta con una respuesta similar: la muerte (y, en consonancia, a pasar por la vida de puntillas, sin dejar nada atrás). Pero dejando de lado lo más obvio, es complicado pararse a reflexionar sobre miedos, más que nada porque uno suele pensar que aquello que se ignora acabará desapareciendo. Generalmente tengo miedo a todo lo que represente una falta de estabilidad bajo mis pies: subirme a una escalera de mano, a unos patines, a una bici (curiosamente no tengo miedo de ir de paquete en una moto, pero jamás llevaría una yo sola). No tengo vértigo en sí, miedo a las alturas, sino miedo a caerme. No me importa asomarme desde un vigésimo piso si siento que el suelo está firme bajo mis pies, pero es subirme a un patinete y mi cuerpo empieza a sufrir espasmos de terror.
Tal vez esto provenga de un miedo más profundo a hacerme daño, al dolor y/o a la inconveniencia de dañar algo en mi cuerpo de manera irremediable. Y aquí entra otro de mis miedos recurrentes: parir. Por un lado no tengo intención de tener hijos (no me gustan los niños, y apenas puedo sobrevivir económicamente yo sola), pero tengo pesadillas de manera constante sobre el hecho de parir. Me parece algo monstruoso. Y también está el tema de la desaprobación ajena, a no ser querida. Supongo que ese, junto al de la muerte, es uno de los temores más comunes.
(Imagen de Joshua Hoffine, galería completa aquí).
Y a los muñecos gigantes que comen humanos y regalan caramelos, no te olvides. Compartimos bastantes temores.
Uy sí, mejor no hablar de los payasos.
Creo que mi mayor miedo es volverme loco. Supongo que tiene que ser aterrador comprobar como, de manera gradual, vas perdiendo contacto con la realidad.
Vil Traidor
¿Qué está sonando?
«Scars and Souvenirs»
La experiencia es un grado: el miedo más terrible es el miedo al miedo.
Recuerdos desde aquel que aprende cada día a domar al miedo para que pase de ser mostruo a perro callejero que haga compañía en el viaje.
Y besos, claro.
Vil Traidor, totalmente de acuerdo. El Alzheimer y la demencia senil son para mí también grandes fantasmas, por haberlas visto de cerca.
Januman: Ahí lo tienes. Y vivir con miedo es, a su vez, desolador.
hay tantos:que no te contesten a un correo electrónico,los malos compañeros de trabajo,la incomprensión hacia la enfermedad mental.quizá se pueda resumir en uno:ansiedad generalizada -caracterizada por el catastrofismo. es buena idea mandar copia del original -correo sencillo.y el que quiera más que pague. tema para p-p:cassettes.alex
Apuntado quedas 🙂