Con que supere un día más habré roto mi récord de los últimos años.
A lo que cada vez le estoy dando vueltas es a qué voy a hacer una vez terminados los 30 días (¡ya sólo me queda una semana!):
1) Convertirlos en 60 días
2) Beber como una cosaca el día 30 y luego hacer otros 30 días sobria.
3) Beber sólo un día a la semana (idealmente el viernes, para que mi cuerpo se recupere para el domingo y no afecte mucho a mi ritmo de sueño).
4) Beber sólo en ocasiones especiales (esto ya lo he probado y no funciona, acabo inventando eventos especiales para todos los días).
Sé que lo ideal sería la primera opción, pero realmente no sé si sería capaz de aguantar otros 30 días, realmente estas últimas tres semanas han sido difíciles, sobre todo los sábados cuando salíamos o los días que lo he pasado peor con ansiedad. A lo mejor al cabo de 60 días me costaría mucho menos, no lo sé. Lo que sé es que a día 22 no me resulta ni un ápice más fácil que a día 5. Ahora mismo, claro, me da pánico la idea de nunca más tomarme un buen vaso de vino o de cava, tal vez porque el recuerdo de algunos de mis momentos sociales favoritos está anclado a la bebida. Ahora sólo soy una gruñona que se vuelve insoportable en el instante en que hay alguien cerca bebiendo.
Creo que mi opción favorita es la 3. El problema es que una de las razones más importantes que me ha llevado a aguantar los 22 días que llevo es miedo a la vergüenza de tener que decir delante de todos vosotros que he fallado, que no he aguantado ni un mísero mes. Y si termino esos 30 días de sobriedad absoluta ya no puedo pediros esa vigilancia, obviamente.
Pues aunque no sea la opción más adecuada, cuan bello es poder inventar un
evento especial para cada día.
¿Te has planteado ponerte un límite de unidades de alcohol semanales? Es una opción que no veo que pongas y que a mí, como persona que tiene que vivir rodeado de alcohol todo el día, me funciona muy bien. De esta manera si, por ejemplo, una semana bebes un martes para paliar la ansiedad pues el sabado sabes que te toca fastidiarte con un trina. De la misma manera, si tienes un evento especial el sabado y te da la ansiedad el martes puedes elegir pasar el martes sin beber y fastidiarte con la ansiedad o sacrificar el poder beber en el evento en cuestión y quitartela.
Hola HK,
sí es una opción que me he planteado, y bastante inteligente, pero es una que he probado en el pasado y que no me funciona. Siempre me digo «por una más no pasa nada»… y así hasta que son 10 más xD