Llevo unas 24 horas atormentada con la dichosa pregunta de si 0,9999~ = 1 o si 0,9999~ < 1. Entiendo perfectamente las explicaciones matemáticas a por qué, inevitablemente 0,9 periódico es igual a 1, pero intuitivamente me resisto a aceptarlo, y esto me está volviendo loca. Creo que voy a tener que dejar de lado mi habitual excusa de «soy de letras» y ejercitarme un poco más en el uso de mi hemisferio derecho. Otro proyecto para el futuro cercano (¿30 días intentando resolver problemas matemáticos? Creo que sería mejor pasar 30 días desempolvando mis libros de mates del colegio).
Por otro lado, me he cargado mis buenas intenciones respecto a comportarme de forma ética en la crítica y le he dado un buen rapapolvo a La historiadora de Kostova, podéis ver el artículo en Lecturalia. Intentaré no volver a hacerlo, pero dejo el artículo abierto para que sus admiradores puedan explicarme cuán equivocada estoy.
Me han cambiado un tratamiento médico que tenía y con la medicación nueva padezco de insomnio y somnolencia a la vez. ¿Qué significa esto? Pues que puedo dormir 12 horas seguidas y seguir teniendo sueño, y no tener manera de conciliar el sueño una vez que me acueste. Es una jodienda y espero acostumbrarme pronto. Ahora más que nunca tengo que hacer uso de mi rutina de levantarme a las 6 am y acostarme a las 10-11 pm.
Vale, por fin he entendido por qué 0,999 periódico nunca puede ser menor a 1, pero lo de que sea igual me va a seguir costando xD
Fácil: si tampoco puede ser mayor (obviamente), no le queda más remedio que ser igual… 😀
Por aquí al lado me apuntan que, efectivamente, La historiadora es una verdadera castaña 😉
Ya con la última explicación de Pep de qué son realmente los decimales periódicos creo que me queda todo un poco más claro. Menos mal que os tengo a vosotros xD
Y me alegra saber que lo de La historiadora no es sólo una rabieta mía.
Insisto: no sé qué tiene de no ético señalar los fallos de una novela-truño. Si lo es, lo es, y la actitud ética es la de alertar al lector de lo que se va a encontrar. Artículos como el tuyo (además razonado, no escrito con las entrañas, que es contraproducente) son necesarios ante tanto masaje publicitario y tanto rebañismo lector.
Y ya, si alguien se molesta, es asunto suyo: demasiado puño de acero+mandíbula de cristal hay por ahí.
Ya, Álex, es simplemente que intento desprenderme de mi faceta de «reseñadora» para ser lo más profesional posible en mi faceta de «crítica», que no es valorativa sino analítica y explicativa. Sin embargo ello exigiría que sólo escribiese sobre libros medianamente bien hechos, y, reconozcámoslo, es mucho más divertido escribir sobre los nefastos, por lo que a veces me permito caprichos como éste 😉
De 6 a 10-11…yo hago de 6.30 a 12.30/1 y ya ves, tan cuerdo como siempre… ehem
Bueno, está claro que hay personas con la habilidad de dormir 5 ó 6 horas diarias y llevarlo estupendamente. Qué envidia 😀