Cuando uno deja de beber suele darse cuenta de dos cosas importantes: primero, que sus opciones de ocio se ven sensiblemente reducidas, y segundo, que todos sus amigos son unos borrachos. Lamentablemente, desde el mismo momento en que decidí comenzar este proyecto de 30 días, han ido apareciendo varios planes que sólo son atractivos como consumidora habitual de alcohol. Una fiesta en la Feria de los Pueblos donde nos iban a convidar a cerveza boliviana, una noche de juerga en casa con amigos con los que suele resultar difícil quedar (porque trabajan en un bar), una maratón de juego en red con vino barato (no, el Civilization y el Heroes no tienen la misma gracia sobria), una madrugada etílica dibujando. Incluso estoy planteándome renovar este mes mi suscripción al World of Warcraft, y es que no hay nada como hacerse una raid con una cervecita al lado. Parece una tontería, pero es que estamos (o por lo menos estoy) inmersos en una cultura de alcohol. Probad a ir a una boda, bautizo o comunión sin probar gota de vino, cerveza o copas (sí, esto va por ti, Álex), intentar seguirle el ritmo a los demás es francamente difícil. Las cosas más divertidas de repente se vuelven insulsas, y uno de repente se vuelve un ciudadano de provecho: se levanta más temprano, hace más ejercicio, se vuelve tremendamente productivo y permanece recluido en casa porque a) no quiere caer en la tentación de beber y b) tampoco hay un plan más atractivo.
Estoy por reiniciar los jueves del punto y ganchillo, pero tendría que volver a encontrar chicas lo suficientemente majaras/alternativas como para prestarse a algo así, y lo peor del asunto es que no hay nada mejor que una tarde social de punto acompañado de vino dulce y/o absenta.
Definitivamente, voy a tener que reinventar mi vida social.
Y a continuación, una lista de fotos de famosos con gatos, porque yo lo valgo:
Toma, Zooey Deschanel de rubia.
A mí me gusta más de morena 🙂
Chloë Sevigny,
¡miau!
Ays, ganchillo y absenta… Propongo un viaje en el tiempo 🙂
Yo he vivido muchos años sin alcohol, soy una bebedora reciente (cinco o seis años a lo sumo.) Y me lo he pasado muy bien, así que yes, we can.
Parece una conjunción extraña, pero es que pocas cosas hay como ganchillo y absenta… Qué tiempos, con todas las musas 🙂