Leía yo a Cal Newport, ese señor que habla de trabajo profundo (deep work), de eliminar el correo electrónico[1] y otras cosas. En su blog escribió hace poco sobre Bram Stoker, que seguramente os sonará porque escribió Drácula. |
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Cal cuenta que Stoker por su época prevampírica se juntaba con el actor Henry Irving, un tipo que luego sería conocido como uno de los primeros intérpretes que podríamos considerar actor "de método". Ya sabéis: esa gente que se mete completamente en su papel, hasta el punto casi de vivir como el personaje. |
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Stoker se dijo que por qué no ser escritor de método. Si a Irving le funcionaba y era un actor celebrado, ¿qué impedía a Bram adoptar costumbres similares? Así que se largó a la Escocia perdida, a un pueblito pesquero de paisaje inspirador con fortaleza del siglo XVI de fondo, acantilado incluido. Stoker se dedicó a dar paseítos por la costa y hasta su "castillo", obsesionándose con su historia y su ambientación hasta el punto de que la gente local le pilló un poco de miedo. Creo que su esposa tampoco estaba muy contenta con el arreglo. |
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Digamos que Bram estaba... entregado. Durante años regresó a este lugar, sumergiéndose más y más en el entorno. |
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Los resultados fueron los que fueron: la gran historia de vampiros por excelencia y un referente clásico en el género del terror. |
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¿Significa esto que debas ir a darte maratones de escritura a una nave espacial para poder escribir una novela de ciencia ficción? ¿Que debas entregarte a todas las variantes de la pasión para escribir erótica? Evidentemente, sí. Hazlo. ¡Hazlo! |
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Y aquí termina el email. ¡Hasta otra! |
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Estoy de broma, claro: no pretendo que te conviertas en asesino en serie solo para poder escribir un thriller verosímil. Los niveles de devoción de Stoker a la escritura de su obra no son... saludables. |
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Pequeño apunte sobre salud mental y atracones de escritura |
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Se ha escrito mucho sobre salud mental en escritores (y no siempre de manera muy científica ni fiable). Uno de mis psicólogos sobre escritura favoritos, R. Boice, apunta a que muchas veces, ese exceso de entrega (mediante maratones largos de escritura, por ejemplo) es lo que exacerba problemas ya presentes de inseguridad, frustración y ansiedad relacionados con nuestra creación artística. Vamos, que los escritores que conocemos como "inestables" tenían demasiada entrega a su vocación, y esa entrega los hacía aún más inestables, en un círculo vicioso que nos ha dejado alguna obra buena, pero también más de una vida truncada de manera trágica. |
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Si dejamos los excesos de Stoker de lado, en todo esto hay algo con lo que estaremos acuerdo: nuestro entorno influye en cómo escribimos. He hablado alguna vez en el blog de la necesidad de separar nuestros entornos creativos de aquellos donde realizamos otro tipo de tareas. No es buena idea escribir donde trabajas, donde haces la contabilidad o redactas emails. |
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Los rituales son importantes: busca un lugar especial para escribir, separado de tu lugar de trabajo habitual. No digo que dependas de ese ritual: debe ser una herramienta de apoyo, no una muleta. Si un día no puedes escribir en tu bar favorito con un Nesquik doble, tienes que ser capaz de escribir en otro lado, pero te darás cuenta de que los días que estás en tu bar favorito con tu Nesquik doble, todo fluirá mucho mejor. Incluso puedes buscarte cierta música para empezar y siempre usar la misma: así, en cuanto la pongas, tu cerebro entrará de inmediato en modo creativo. |
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No es necesario que te busques un castillo literal (aunque eso ayuda), pero uno metafórico es realmente estupendo. |
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¿Eres una persona que escribe "de método"? ¿Tienes tu propio castillo? Si quieres, cuéntame cómo es y cómo lo usas para tu escritura. |
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- Este fin de semana, José Antonio Cotrina y yo estaremos en Madrid para el evento BeeAfraid, un encuentro transmedia donde literatura, ilustración, rol, videojuego (y más) se unen para tratar el tema del terror. Tenéis aquí el programa. Yo estaré en la charla de cómo asustar a jóvenes y en la de por qué nos gusta sentir miedo (ambas el sábado).
- Hay trillones de libros para escritores ahí fuera, ¿cómo saber cuáles son los más útiles para lo que tú necesitas? Ana González Duque ha recopilado aquí sus 50 favoritos (¡y sí, hay dos míos, pero eso no es lo que me impulsa a compartir este recurso, para nada!).
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100 días de escritura: ¿Cómo avanza el reto? |
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 | Resumen de los primeros 10 días del segundo cuaderno que empiezo |
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Terminé el reto de los 100 días de escritura diaria y ¡decidí seguir! Empecé otra libreta y sigo sumando días. A partir de ahora serán sesiones muy cortas de escritura, porque necesito concentrarme en editar el material que ya tengo, pero sigo aprovechando mi práctica diaria.
Recuerda que si tú quieres implementar el hábito de la escritura, escribir más y mejor, tienes el cuaderno que he desarrollado precisamente con ese fin: lo tienes tanto de espiral (como el de la foto) como en tapa dura. |
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Espero que octubre os esté tratando bien. Me gusta pensar que por muy mal que estén las cosas ahí fuera, escribir siempre nos da la oportunidad de escapar a mundos que son solo nuestros.
Cuidaos mucho, escritores con excelencia, y sigamos creando universos. |
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[1] Habla de esto en su libro Minimalismo digital. El libro está muy bien, pero iría un poco en mi contra que redujerais de manera drástica el uso de vuestro correo electrónico, ejem. |
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¿Te ha gustado este email y quieres más contenidos? |
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Prueba con mi libro de corrección y con mi otro libro lleno de artículos como este. |
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Y si te gusta el género fantástico, te recomiendo de forma muy encarecida que te apuntes a la lista de correo de lomaravilloso.com, donde traigo chascarrillos terribles con José Antonio Cotrina y una cabra, y además recomendaciones de libros. |
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También hablo de escritura, creación y todo lo relacionado en Instagram y en Twitter. |
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El "método" Bram Stoker (y cómo aprovecharlo aunque no tengas castillo)
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