Casa de muñecas
M es de Musa, de musa cálida y reluciente
E es de Eléctrica, con manos y piernas de magia
L es de Locuaz, con el Talento de la Palabra
P es de Princesa, con diademas y brillantes y plata
O es de Ocaso, que tantas veces vimos caer sobre la Alhambra
M es de Mujer, nevada y azul como nuestras montañas
E es de Emérita, académica eterna de letra redonda
N es de Nueva, reinventada año tras año
E es de Esperanza, la Pandora en la que hemos confiado siempre.
Y todas las letras que faltan están perdidas en tu pelo
y todas las palabras que faltan están secuestradas en mi corazón.
Éste es el poema que me pidió Mamen, cuyo tema era Mamen y Charlotte, es decir, algo que expresara todo lo que hemos vivido juntas, que no ha sido poco. Claro está que eso es imposible, pero ahí queda el intento. Melpómene era el nombre que tenía Mamen cuando hicimos bautizo de musas en nuestro Parnaso particular. A veces creo que cuanto más quieres a alguien más difícil es escribirle poesía.

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Por cierto que este poema está realizado detrás de un documento muy interesante y oficial sobre la nueva condición privada del ISBN. Y esa es otra historia que dejaremos para otro día. El escaneo nefasto de la imagen se debe, a partes iguales, a la calidad menos que fantástica de mi escáner y a las escasas pero meritorias habilidades como secretario de mi querido hermano.