Clutterfuck. Así definí en el post anterior al respecto una nueva postura personal acerca de todo lo que sobra, sea material o psíquico. Pero para empezar, y para poder ofreceros pruebas fehacientes del día a día, os presentaré objetos materiales que ya no necesito, cosas que solo ocupan espacio y que hasta ahora han convivido conmigo por desidia, pereza o porque me daba reparo deshacerme de ellas (regalos, recuerdos de la infancia, etc.).

En principio esto no parece una gran meta, lo sé. Pero cada vez estoy más convencida de lo útil que es realizar los grandes cambios a través de pasos pequeñitos. Estoy intentando esquematizar todos los proyectos que tengo en mano ahora mismo y ver qué merece la pena y qué no, del mismo modo que pretendo organizar lo que me rodea para poder trabajar más a gusto, así que intento llevar a cabo una serie de pasos pequeños que me ayuden a llegar a mi meta de Organización Personal, que forma una parte importante de un ámbito de mi vida un tanto caótico conocido como Laboral. Y como para mí no hay mucha separación entre lo laboral y lo personal, es bastante importante.

En primer lugar, resulta que, casi sin quererlo, empecé esto del desafío antes de tiempo. Tenía ya previsto deshacerme de un corsé, una preciosidad que fue la primera pieza de varas de acero que me compré, hace ya más de seis meses. Se me ha quedado grande, así que dio la casualidad de que di con una amiga que tiene la talla del corsé y que además suele ponérselos bastante, así que doy por muy bueno el regalo. Es una pieza tan bonita que me gusta saber que alguien va a aprovecharla. Aquí lo tenéis. Esta foto es de enero. A mí por entonces no me quedaba mal, pero os aseguro que a esta chica le va a quedar espectacular. El problema de este tipo de corsés es que es difícil que los que te vayan bien de cintura queden bien de pecho, por eso últimamente me decanto por los underbust, que además son mucho más cómodos.

Iba a poner este corsé como mi primer objeto regalado, pero creo que sería trampa, ya que se lo di a mi amiga el domingo. Así que hoy toca otra cosa. Hoy me deshago de la muñeca de porcelana de la foto. Me la regaló, si no recuerdo mal, la hermana de mi abuela cuando yo era una niña, y me hizo bastante ilusión porque siempre me habían llamado la atención las muñecas de porcelana pero por aquel entonces salían bastante caras (ahora pueden encontrarse hasta en los chinos). Pero la muñeca, a pesar de tener bonitos recuerdos asociados (más de las hermanas de mi abuela en general, que son mujeres muy especiales) no ha hecho gran cosa en mi vida aparte de sentarse en una estantería y acumular polvo.

No está en condiciones óptimas: el sombrero y el vestido están un tanto envejecidos y el pelo tiene trenzas que le hice de pequeña y que nunca me molesté en quitarle (he empezado ahora a quitárselas y no han afectado a las olas de pelo de la muñeca, así que es solo cuestión de echarle paciencia y deshacerlas). No tengo ni idea de si tendrá la muñeca algún valor económico ahora, lo dudo. Este objeto se va a la bolsa que estoy preparando para Cudeca, pero por si alguna casualidad hay algún aficionado por ahí a las muñecas de porcelana que la quiera para él o para ella, solo tiene que dejarme por aquí un comentario o enviarme un email a gabriellavc(arroba)yahoo.es y se la mando (solo tendrá que pagarme los gastos de envío y de embalaje, que si son por correo certificado rondarán los 7 euros (la muñeca pesa y tendrá que ir en una caja bien protegida). Lo mismo si tenéis alguna duda o queréis más fotos. La verdad es que es una monada y me da pena deshacerme de ella, pero tengo la cama y las estanterías en plena ocupación por el zoológico de peluches que me han estado regalando recientemente.

Obviamente, cuando acabe el mes de desafío no se acaba el desafío por completo. Mi idea es mantener la regla dorada de «las gallinas que entran por las que salen», es decir: por cada nuevo objeto tendré que deshacerme de otro. No tengo muy claro si entrarán en el desafío cosas psicológicas e inmateriales también (¡nunca se sabe!). No pienso forzarlas, desde luego, pero soy consciente de que una cosa puede llevar a la otra.

Y ahí tenéis mi día 1 de Clutterfuck. Muchos habéis comentado, tanto por aquí como en persona o en Facebook, que hacéis este tipo de limpieza a menudo. Esto es maravilloso, y me deja bastante claro que mi situación de caos mental y material no es tan común como pensaba, que soy yo, que soy un tanto desastre. Pero también me hace pensar si algunas personas no se dedicarán a hacer «limpiezas» aparentes, en las que tiran trastos sin importancia sin darse cuenta de que todavía conservan cosas que les lastran pero que ni se plantean eliminar, y que se acumulan poco a poco, cosas que se mueven y reorganizan pero que siguen ocupando un espacio que necesitamos para respirar un poco. Sé que en mi caso sí ocurre esto a veces, y por esto considero importante este desafío como ejercicio de autorreflexión. Creo que también me hará (¡espero!) más realista a la hora de comprar cosas simplemente porque estén muy baratas o porque me atraigan en un momento de subidón, y espero que me ayude a tratar con más tiranía los regalos que se conservan por educación pero que, realmente, no sirven para nada. Nunca podré huir del todo del «y si me acaba haciendo falta…», pero creo que es un riesgo que merece la pena correr.

Editando: Me ha encantado vuestra reacción al post. Por ahora las propuestas de clutterfuck para hoy son los contenidos de un botiquín, cinco macetas vacías, una mesa de ordenador y un sofá cama de dos plazas. Bendito Facebook

Además se regala una impresora, aquí la tenéis. La impresora ya tiene dueño nuevo.

¿Alguien da más?

——————————————————-
Etiquetas Blogalaxia: