Hace poco leí un artículo de Claire Kelley, que escribe para el blog de la editorial Melville House, donde apuntaba algunos de los puntos que parecen ser aquellos en los que coinciden autores y libros que acaban arrasando, ya sea por anticipos para publicación tradicional o mediante ventas masivas en Amazon en formato digital. Como el artículo está en inglés pero es interesantísimo, he decidido resumir aquí, de manera sencilla y clara y conveniente para todos vosotros, los trucos del éxito.
Si nos guiamos por los que han triunfado en lo que llevamos de año en el mercado estadounidense (no seamos ilusos, en España no hace un millón de dólares en ventas de libros naide de naide, y si alguien lo hace que me lo indique que vamos a ir todos corriendo a su casa para interrogarlo), parece ser que las siguientes características ayudan bastante:
- Sé una celebridad y escribe tu biografía (bueno, quien dice escribe dice que te escriban). Ahí tenemos a la mamá de Whitney Houston y a Greg Smith, un señor a quien nadie conocía hasta que se largó de Goldman Sachs y dejó una larga carta bastante acusatoria explicando el porqué. Lo que en un principio fue (o por lo menos parece ser) una decisión ética le ha valido al Sr. Smith una fortuna en anticipo para un libro de memorias que sería publicado por Grand Book Central, que pertenece al Grupo Hachette.
- Involúcrate en una guerra de pujas. Juguetea con tus editoriales en una subasta que ni Ebay, como ha hecho Matthew Pearl, quien ha obtenido una muy suculenta oferta ganadora de Penguin por su próxima novela histórica, o Neil Gaiman (aunque a Gaiman le sale menos rentable, que lo suyo son cinco libros en vez de uno. Con todo, al ser literatura infantil asumimos que tendrán pocas páginas, igual compensa).
- Que tu protagonista sea una chica adolescente. Esto le ha venido de perlas a Anton DiSclafani, a Karen Thompson Walker y Hannah Kent, quienes son, además, escritoras que debutan con su primera novela y de quien casi nadie había oído hablar hasta ahora.
- Auto-publica. Si eres Amanda Hocking, funciona. Tras el rechazo de más de 50 agentes literarios (hmmm, ¿cabe la posibilidad de que el libro sea un poco mierdoso?) Hocking empezó a vender sus libros online a precios mínimos (ahora la publica Planeta al caprichoso precio de 16,95 €, si no me equivoco, lo cual me proporciona cierta satisfacción de esta sarcástica que te hace sentirte calentita por dentro). Como la pobrecita Amanda no podía con tantísima demanda, firmó un acuerdo con St. Martin’s Press, que ahora le llevan edición y administración para ayudarle a saber qué hacer con tanto dinero.
- Publica por entregas. Esto parece que le ha funcionado muy bien a Mark Z. Danielewski, que ha recibido un anticipio de un millón de dólares de Pantheon para publicar su nueva novela en formato seriado (empezará a publicarse en 2014 y habrá una nueva entrega cada tres meses).
- Añado otra observación mía, y cito de un artículo que publiqué hace poco en Lecturalia acerca de cómo esto de la autoedición es solo para los más hardcore (incluso en el mejor de los mercados, el de EEUU, un 95 % de los autoeditados se dan un severo batacazo): «El género que más dinero hace es el de ficción romántica. Los autores de este género obtuvieron, según el informe, unos ingresos muy superiores a los de otras áreas. Los grandes perdedores son los escritores de ficción en general, que tal vez deberían dedicarse a la ciencia ficción o la fantasía si quieren unas regalías más interesantes. Los escritores que triunfaban eran, sobre todo, de sexo femenino, mujeres cercanas a la cuarentena, con carrera universitaria, que dedicaban, además, más tiempo a la escritura que otros, alrededor de 2000 palabras al día (frente a la media de 1500 palabras de aquellos que no podían llegar a fin de mes con sus libros)». Así que si eres mujer y escribes mucho, para determinados géneros, tienes más posibilidades de triunfar.
Esto de los anticipos siempre me ha desconcertado un poco, sobre todo teniendo en cuenta que en el mercado editorial anglosajón es muy común que se ofrezcan sobre libros no terminados o ni siquiera empezados, basándose solo en una idea o en el nombre del autor. Lo cual reafirma la noción de que muchos de los libros pueden ser reescritos por negros o correctores* (si no están a la altura de las circunstancias cuando se entregan) y de que en el fondo la calidad y el contenido no importan: solo importa la trama, el género y quién lo firma (y a veces ni eso). Cuanto antes salgamos del concepto romántico de literatura en el mundo editorial, mucho mejor, porque sería francamente ingenuo mantenerlo.
Pero por otro lado siempre queda un atisbo de esperanza. Si todos los autores se dedicaran a obedecer ciegamente al mercado editorial, no habría novedad ni cambio (¡ni calidad!), y, sin embargo, ahí quedan cosas como 50 Sombras de Grey que, sinceramente, no creo que nadie se imaginara como gran éxito del verano. Aunque tal vez no debería hablar de la trilogía Grey como ejemplo de revolución autorial.
Y para terminar os dejo con la lista de consejos para vender tropecientos libros de la escritora Alexa Young, que me ha hecho bastante gracia. Mis apuntes van en cursiva:
- Escribe un libro que les gustaría a los fans de la Meyer (empieza con algo de amor prohibido entre un humano y algún ser raro o no-muerto).
- Diseña una cubierta raruna (árboles, ramas u hojas retorcidas, algo así).
- Haz que tu libro esté disponible para descargarse (esto es muy importante porque los grandes superventas ya han escrito libros gordos y pesados que ocupan demasiado espacio en las estanterías de tus lectores potenciales).
- Vende tu libro a 99 céntimos. Sí, todo el mundo se atreve a comprar cosas que solo cuestan 99 céntimos (excepto en España, donde mucha gente no sabe ni de la existencia de Paypal. En España venderás más que la media, pero aun así no esperes hacerte millonario, sobre todo teniendo en cuenta las comisiones de Amazon y similares).
- Hazte fan de los unicornios (si no lo eres ya). Personalmente añadiría dragones, hadas y pequeños ponis (este último es opcional, pero es que molan mucho).

Cachondeo aparte, me quedo con las ideas de siempre: Vende tu libro al extranjero, promociónate en las redes sociales (sin ser cansino), sé humilde y encantador pero hazte autobombo a la vez y véndete como profesor de talleres de escritura, columnista, comentarista social, lo que haga falta. En el género que más rentable sea, claro. Y si no, siempre te quedarán tus sueños, tus escritos de pequeño, tu amor por lo literario. Pero no confundamos una cosa con la otra, que a estas alturas queda muy feo.
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*Curioso cómo se intercambian, a veces, estos dos términos. Y es que a veces los correctores deberían cobrar más regalías que el «autor», teniendo en cuenta el trabajo que hay que meterle a algunas obras.
P. D.: Si prefieres leer una entrada más útil con verdaderas herramientas para escritores, tal vez te interese mi artículo sobre el freewriting o escritura libre.
Image: FreeDigitalPhotos.net
Interesante. Lo de PayPal es cierto, España está atrasadísima en compras online
¿Has leído 50 shades of grey? Tengo curiosidad después de leer tantos comentarios…
No me he molestado, la verdad:
«“I pull him deeper into my mouth so I can feel him at the back of my throat and then to the front again. My tongue swirls around the end. He’s my very own Christian Grey-flavored popsicle. I suck harder and harder … Hmm … My inner goddess is doing the merengue with some salsa moves.”»
Seriously? xD
OMG, cutre-porno para tías reprimidas que se creen desinhibidas. Gracias por avisar :*
Intersting and informative article
Yo quiero autopublicar porque sé que mi libro será rechazado por la editorial elitista de mi país, ya he visto lo que venden y algunos libros son la mitad de pequeños de lo que escribo, prefiero invertir mi dinero en un libro que yo hice a que ellos lleguen a cortarlo en pedazos y hacer lo que quieran, aparte de que no me gusta mucho la idea de dejar que una editorial decida todos sobre algo que es mío, sus portadas son horribles, funcionan para libros viejos de autores que ya en su mayoría no están vivos, pero lo moderno no les ha tocado las puertas, sí, venden por internet, pero sus estrategias publicitarias son nulas, tengo yo que ir a buscar en su página web para saber qué han sacado, vamos que ni en el Facebook hacen anuncios, parece que todos los que trabajan ahí son viejos que no saben ni usar el internet.