Cosas que he aprendido como escritora y amiga de escritores:
-El editor es un petardo sin la más mínima consideración por las reglas ortotipográficas.
-Es casi imposible vivir de la escritura; como mucho podrás vivir de las actividades complementarias que surjan si eres lo bastante conocido (talleres, conferencias, cursos, columnas de opinión, etc).
-Da igual el género o tema en el que te especialices, no encajará con la línea editorial de nadie.
-El editor sólo quiere recuperar su inversión y hacer beneficios: tú eres una entidad desechable sin valor por ti mismo.
-El editor utilizará tu ego de escritor en tu contra. Manipulará tu texto de manera fría y comercial, venderá tu alma literaria al diablo, y podrá conseguir lo que quiera con la promesa de publicar y vender tu obra.
-El editor utilizará tu trabajo ofreciéndote a cambio una remuneración mínima, y esperará de ti que te ocupes de todo tipo de tareas que, además, económicamente correrán a tu cargo. Si tienes suerte, claro.
-Cualquiera cree que puede escribir. Todo el mundo cree que su obra es la mejor y que merece ser publicada.
Cosas que he aprendido como editora y amiga de editores:
-El escritor es un petardo sin la más mínima consideración por las reglas ortotipográficas.
-Los escritores creen que los libros se maquetan en Word. De hecho, para producir un libro sólo tienes que ir a una imprenta con tu documento Word en un pendrive o cd. Y cuesta como 50 céntimos hacer un libro de 800 páginas.
-El escritor nunca entenderá que determinadas cosas son suicidios económicos; algunos géneros y formatos simplemente no venden.
-Es casi imposible vivir de la edición; como mucho podrás vivir de la autoedición, la coedición, las subvenciones, algún éxito afortunado que consigas de chiripa y que costeará el resto de tu catálogo, o de publicar cosas muy especializadas dirigidas a un público muy concreto.
-El escritor jamás entiende que no vives del aire, por y para él; muestra un comportamiento casi de pareja, repleto de chantaje emocional y manipulación infantil, donde el centro de todo es su Obra, su Tesoro.
-Los escritores tienen egos insoportables. No permitirán que les toques ni una sola coma, ni que les aconsejes sobre cómo pueden mejorar su texto tanto a nivel de calidad como comercial. Lo más importante para ellos es el feedback positivo y sentirse los reyes del mundo; de ahí la importancia de las presentaciones.
-Los escritores creen que te estás haciendo millonario a su costa. Asumen que su 8% (o 10%, o lo que sea), sale del 100% que creen que se llevan los editores.
-Cualquiera cree que puede editar. Todo el mundo cree que es algo muy bonito lleno de ilusión y arcoiris y unicornios, que se hace por amor al arte, sin pretensión comercial ninguna.
Mi conclusión, inevitable, es que el mundo del libro es, en general, cruel y triste, lleno de desconfianza, arrogancia, ignorancia y costumbres obsoletas. Y todo por ese amor obsesivo y sin sentido que sentimos hacia la palabra escrita.
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*DISCLAIMER: Léase, como siempre, con una pizca de humor. Está muy claro que el texto es hiperbólico. Que sí, que hay excepciones y seguro que vuestro caso es una de ellas 😉
Por otro lado, sentíos libres de aportar vuestros propios puntos en los comentarios al post. Seguro que tenéis unas cuantas cosas que añadir a la lista.