Llevo unos días recogiendo cristales en la playa para un mosaico que quiero hacer. Afortunadamente tengo una pared entera para mí solita en el garaje reformado de mis padres (no me atrevo a hacer nada por el estilo, aunque me gustaría, en mi casita alquilada) con el que experimentar. Tras una primera muestra exitosa el domingo, he recibido plena aprobación para comenzar el proyecto.

El problema es que ya es mucho más difícil encontrar cristales que antaño. Recuerdo que de pequeña los recogía a manojos. Pero cada vez usamos más plástico y reciclamos más el vidrio, por lo que quedan menos y menos de estas pequeñas maravillas. Más información aquí (gracias a Humberto por el enlace).