Nada que declarar
Miramiramía las explosiones
las pasiones entre las supergigantes
como las disputas en mis intestintos
como las grandes exhibiciones de mi adoración.
Llevo meses enjugando islas
esperan allí para llevarte en vacaciones prepagadas
asociadas para siempre a munición de diamante
(fuera kevlar, fuera blindaje)
con el peso de mi trasero de montura y flotando bajo la suspensión de mi sujetador
apenas realizo consultas a domicilio
asisto volando en vino: disoluciones de corcho y motores de avión.
Llévame en brazos hasta la puerta del exilio
aquí, afuera del mundo, aquí, detrás de los espectadores
hay un sitio donde está permitido salpicarlos con pedazos de nuestro cuerpo
en una coreografía estentórea, una GBU premeditada en acción.
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*Intestintos, sí.
Image: FreeDigitalPhotos.net
Os recuerdo que el miércoles empiezo con el desafío de deshacerse de cosas que sobran, por si alguien quiere apuntarse a hacerlo a la vez (aunque ya hay varias personas que me han comentado que llevan un tiempo haciendo algo parecido, por razones variadas, si alguien por ahí se ve saturado/a de cosas y necesita un poco de clutterfuck, que se anime y nos cuente qué tal le va el experimento, sea para un día, una semana o un mes entero).