Hace aproximadamente un mes terminé, bajo supervisión médica, mi tratamiento con antidepresivos. Llevaba varios años medicándome, y creo, sinceramente, que esas happy pills me han dado una calidad de vida que antes era impensable. Sin embargo, siempre me ha molestado la noción de felicidad artificial, y siempre me irritó la intensidad de sentimiento de la que dichas pastillas me privaban. El tiempo que estuve medicada, sobre todo en la primera fase, con paroxetina, eché en falta muchas cosas, y seguramente todas se reducían a un solo concepto: echaba en falta la pasión, la profundidad. Me balanceaba en una especie de cómoda tranquilidad, de mediocridad contenta y helada. Cuando me sentí con fuerzas para ello, empecé a tomar varias decisiones importantes, y una de ellas era dejar los antidepresivos.
Un mes más tarde, parezco una especie de receptor pulsante. De la risa paso a la lágrima, y viceversa. La palabra más inocente me corroe, el sentimiento más tonto me embelesa. He recuperado de golpe esa pasión, y ni mi cuerpo ni mi mente están muy preparados para ello. He estado varias semanas con una intensa claustrofobia que me impedía salir a la calle, claustrofobia que sólo rompía para salir alguna noche a emborracharme. Algunos días me los he pasado casi por completo en la cama, simplemente porque no tenía energía suficiente para levantarme. La simultánea angustia de necesitar a alguien que me escuchara, combinada con el miedo a aburrir a otras personas, ha creado conflicto, y el más mínimo rechazo (o cualquier cosa paranoicamente concebida como tal) ha sido destructivo. Algunas personas han conseguido, como consiguen siempre, sacarme del agujero de manera temporal, pero no puedo ni quiero exigir su ayuda las 24 horas del día. Y todo esto no es nada comparado con el pánico que tengo a entrar otra vez en el estado en el que estaba antes de empezar a medicarme, de nuevo entrar en la espiral de completa y absoluta y terrorífica desesperación. Todavía no he llegado a ese punto, pero estoy empleando todos los trucos que me sé para evitarlo, y sé que sólo es cuestión de tiempo hasta que me flaqueen las fuerzas.
Sé que por maravilloso que sea a veces llevar esta intensidad encima, no podré soportarla durante mucho tiempo. Dejé los antidepresivos porque por una vez me sentía feliz, fuerte. Pensé que podría seguir adelante sin ellos. Pero hay una cuchilla que se balancea cual péndulo sobre mi cuello, un grito insistente, que viene de cada rincón de mi mundo, con miles de voces que gritan «¿y ahora, qué?, ¿qué vas a hacer ahora con tu vida?». Y sólo tengo ganas de gritar de vuelta que os calléis, por favor, y pasadme las pastillas.
estoy exactament en tu situacion… estoy terminando la paroxetina… y tengos mucho miedo! un abrazo! x
Bueno, yo lo que estoy dejando ahora es la sertralina. La paroxetina la tomaba antes, e intenté dejarla y no lo conseguí. Me cambié a la sertralina y me fue bastante mejor. Tras un año con ésta, espero poder acabar definitivamente con ella.
Si vas a dejar la paroxetina asegúrate de que sea poco a poco y bajo supervisión médica, ya que el síndrome de abstinencia es duro. Y si no puedes no desesperes y prueba a cambiar de droga. Mucho ánimo 🙂
gracias por tu consejos! Si la sto dejando poco a poco… no me gusta mucho esa droga! Sufro de ataque de panico… tengo miedo que una vez dejada, tendre’ que comencar otra veZ! kiss
Te entiendo perfectamente, a mí me gustaría seguir sin la setralina pero no sé si podré aguantar. Lo único que podemos hacer es tomárnoslo poco a poco y con tranquilidad, si eso es posible 😉
curiosidad: eres espanol y angles? yo soy italiana pero vivo en londres. x
Sí, doble nacionalidad española-inglesa. Nací en Londres y voy de vez en cuando, me encanta 🙂 Ya vi que tenías el blog en inglés.
Cool!!! 🙂
Have a nice weekend! x
You too 🙂
Yo no tengo depresión diagnosticada, pero mi madre la tenía y durante sus últimos años tomó antidepresivos; para cuando le diagnosticaron cáncer tomaba paroxetina. Intentó terminar con ella varias veces, pero nunca logró dejarla.
Espero que salgas adelante con lo de dejarla definitivamente. Mucho ánimo y paciencia.
Gracias, Edith. Lo dicho, por lo visto la Sertralina causa menos mono, así que tengo esperanzas.
Lamento lo de tu madre. Y sí, lo de la paroxetina es muy complicado. Conozco un caso de una chica que se quedó embarazada y tuvo que abortar porque era incapaz de dejar la paroxetina (incompatible con el embarazo). También muchos médicos son tan ignorantes que intentan que la dejes casi de golpe, cuando es un proceso que puede llevar meses.