Ya tengo hecha la plantilla para el manuscrito de Ekaitz, y llevo la mitad de la de Elena. Ambas me están dejando cegata (lo entenderéis cuando los veáis), y algún boceto para los poemas en sí.

Supongo que habrá quien piense que estoy loca por dedicar tiempo a ilustrar poemas cuando no es que me sobre tiempo precisamente. Sin embargo el par de horas por la tarde en el que me escapo a una tetería con Doc o con mi hermano para hacer collares o poemas se está convirtiendo en mi momento favorito del día, en seria competición con la hora o dos que echo a las seis de la mañana jugando al WoW. No hay nada como levantarse sabiendo que tu única obligación durante la siguiente hora es matar bichos mientras ves amanecer.

Creo que lo que más me gusta de Doc es que nos conocemos de hace tanto que no necesitamos hacer conversación si no nos apetece. Sea como sea, siempre acabamos arreglando el mundo.

Leyendo: Let the Right One In (Déjame entrar), de John Ajvide Lindqvist
Escuchando: Lo último de Apocalyptica.