Este sábado pasado, en vez de hacer cosas normales como la gente normal, nos fuimos a ver una exhibición de gatos. Y allí, entre gatos británicos, esfinges, bosques de Noruega, Devon Rex y Maine Coons encontré el verdadero amor:
Pero en el fondo es bonito volver a casa y encontrarte con dos mininos que, aunque tengan algo de sobrepeso y mucho menos pelo (excepto en el caso del gato esfinge), son para mí los más adorables:
El domingo tampoco estuvo mal, con una partida de nueve horas de Héroes III en red. Este domingo toca probar con el Heroes V, y con más vinillo peleón, por supuesto.
Escuchando: Una canción del In Rainbows de Radiohead cuyo nombre no recuerdo.
Leyendo: The Travelling Hornblower, de Barbara Trapido.
Ningún gato supera nunca al que tiene uno en casa, arrasando con todo. Ay, echo de menos a los míos, hasta el domingo no los veo.
HK