Ya os hablé de mis ganas de probar el waist-training hace un mes o así. Mi limitado presupuesto me impedía adquirir uno adecuado para este tipo de actividad, pero hoy mismo me ha llegado un paquete, cortesía de mi querida Cocó, que nos ha comprado artículos gemelos, en el modelo justo que yo necesitaba. Siempre es difícil calcular tallas para estas cosas, pero tras varias medidas y cábalas me alegró descubrir que había acertado con la talla… y aun más que sea una talla más pequeña que el último corsé que compré (está claro que empiezan a notarse los siete kilos perdidos en los últimos meses, gracias a la Dieta del Hacker). Tengo la intención de empezar a llevarlo de manera diaria, por lo menos durante unas horas al día. No creo que me suponga un gran esfuerzo porque es bastante cómodo. Será difícil comprobar si hay variación en mi cintura debido al corsé ya que sigo perdiendo peso, pero me tomaré las medidas de todos modos.

Aquí dejo una foto hecha sobre la marcha… se ve poco del corsé pero os podéis hacer una idea. Tiene el plus, nada desdeñable, de subir el pecho y crear la ilusión óptica de que una ha aumentado varias tallas de busto. Ejem.



Leyendo: Retromancer, de Robert Rankin
Escuchando: The Lightning Strike, de Snow Patrol.