Hoy, a día 29 de octubre de 2011, me siento finalmente a actualizar el blog, cuando ha pasado más de un mes desde mi última publicación. Supongo que el blog últimamente se siente algo dejado e inútil, ahora que gran parte de mi día a día virtual se refleja en las redes sociales (creo que, de dedicar todo el tiempo que querría a Facebook, G+ y Twitter, no dormiría siquiera). Intento que dichas redes me sirvan a mí, en vez de servirlas yo a ellas, pero a veces es difícil ver dónde está la diferencia.

Así que aquí estoy, tecleando, pensando en que ya son casi las dos y media y todavía no he tenido tiempo de vestirme, ni de ducharme, ni de desayunar apenas. A pesar de mi intenso trajín diario, en ocasiones creo que realmente no hago nada, tal vez porque realizo o bien acciones pequeñas y cotidianas que apenas tienen significado en el conjunto del día, o realizo la parte correspondiente de acciones largas que imagino que darán sus frutos pero que ahora mismo se me antojan inmensas, casi infinitas.

Últimamente, viajo. Siempre me ha gustado viajar, y viajar por España me encanta. Hay tanto por descubrir, y al ritmo al que viajo descubro también cosas sobre mí misma. Descubro, por ejemplo, que soy una sibarita, que me alucinan los hoteles y los restaurantes, pero que al mismo tiempo no necesito mucho dinero para montarme en un avión baratuno y acabar en la otra punta del país, parasitando a amigos o bebiendo en locales ridículamente baratos (cogorzas y tapas por 3 euros por cabeza, gracias, Santander). También descubro que soy una enclenque, que no tengo energía ni fuerzas y enseguida se me agotan, seguramente por el descontrol de sueño, dieta y alcohol-noalcohol que llevo encima. A veces me paro para respirar e intentar poner un poco de orden pero, por otro lado, el caos siempre ha sido mi elemento. Me reinvento… hay días que soy poeta, otros soy novelista, otros soy orfebre, otros soy consorte o groupie. También he descubierto, bastante sorprendida, que no tengo ningún problema con dejar que otros reciban la admiración y fama que se merecen. Cierta sombra pasada, cierto aspecto envidioso de mi personalidad comienza a desvanecerse. Tal vez es que la inseguridad comienza a disminuir, o tal vez es que ya no quiero que pese más de lo necesario.

Leyendo: Una peli porno, de Terry Southern
Escuchando: The King of Limbs, Radiohead. 
Ninguno de los dos me está apasionando.

(Imagen de http://www.jmcprl.net/APA%20DIB01/)