Rid of me
Encuentra a una chica con pensamientos profundos
la boya y la gaviota forman un triángulo de saludo
el agua se tambalea bajo la cabeza del ahogante
y del barco pesquero
que da media vuelta insólito
escapando de la mañana. Siempre nos ha acompañado la arena.
Es posible que recuerdes aquella madrugada sentados en tu ático
o tal vez prefieras pensar en las socráticas que compartimos
las ocasiones en que encendimos hogueras
nuestros teléfonos copulando, ojos en la playa.
Es posible que recuerdes aquella tarde de camino a Granada
con el cielo más azul incluso que en mis delirios
las ferias se tambalean
las nubes se desvanecen sobre los bares
a la hora de ponerse el sol y de ponerse el día y de ponerse los años.
Es posible que no recuerdes nada de esto
mis recuerdos se mezclan contigo y con los tuyos
es posible que ninguno de los dos exista
creo recordar que Dios era una niña subnormal que nos sueña en un claro del bosque.
(Encuentra a una chica con pensamientos profundos).


Es muy difícil escribirle poesía a Fran porque es un poco como si llegase Shakespeare y te pidiese una obrita de teatro para entretenerse. Supongo que con Marco pasa igual. Es complicado crear para personas cuyo talento y conocimiento consideras muy superior al tuyo. Pero siempre queda algo que va más allá de la habilidad, que es la historia compartida. Tanto en el caso de Marco como en el de Fran, hay mucha historia, y vínculos íntimos que han ido formando, de una manera u otra, gran parte de mis recuerdos favoritos. Disculpad, una vez más, el nefasto escaneo. La próxima vez lo haré yo misma, está claro que mi hermano, a pesar de todos sus conocimientos informáticos, tiene una relación de amor-odio con nuestra Brother.