Creo que conforme te haces mayor, tu mente se vuelve más sucia. No lo digo en el mal sentido, será simplemente que tienes más claro lo que quieres, y sospechas que el resto del mundo también. Por eso se hace raro cuando tienes amigos mucho más jóvenes que tú, y te das cuenta de que su mente no está llena de las mismas expectactivas.

Esta mañana me desperté en un sofá ajeno, en una casa ajena. Era algo que llevaba mucho tiempo sin hacer, y que generalmente asocio a errores. Errores tipo «anoche bebí tequila y esta mañana estoy acostada al lado de alguien con quien definitivamente no debería estar acostada». No es que los considere errores como tal (en el fondo todo es experiencia y es útil), sino que con la resaca saben a decepción, a tener que dar explicaciones y a tener que trastabillar la realidad desde mi punto de vista. Por eso ha sido extraño tener que reajustar mi pensamiento y decir: «Sólo estoy durmiendo en un sofá de unos amigos, en su casa, porque anoche nos echamos unas copas y unas risas». Definitivamente, es raro y no es nada destroy.