Después de una fiesta inmensa de cumpleaños de la que mis vecinos todavía se están recuperando, vuelvo a trabajar. Trabajar en agosto es algo deprimente ya que tienes la sensación de ser la única. Todo el mundo está de vacaciones, y sabes que no te puedes quejar mucho ya que te pasaste una semana entera rodeada de geeks y jugando al WoW, y otra posterior tirada en la cama malísima de la muerte.
Tendré que superarlo con mi nuevo tesssoro, un Asus EEE rosa cortesía de mis progenitores.
Trabajar en agosto es algo deprimente ya que tienes la sensación de ser la única.
Si te sirve de consuelo, yo ahora mismo estoy con dos correcciones, y un plazo ajustadísimo de entrega. 😀
Eso sí, mi fiesta de cumple fue mucho menos perjudicial para los vecinos… y muchísimo más beneficiosa para el Tempura-Ya. No tenemos fotos de esa cena, pero sí de otra. Flipad, flipad con el maguro tartar, la tempura de shitake y el tiramisú de té verde.
http://frikitecaris.blogspot.com/2008/06/el-evento-la-crnica-oficial-de-la.html
http://ataula.blogspot.com/2008/05/tempura-ya.html
Besooos. :-***
Tú lo que no tienes es corazón, Juanma.
Pero lo suplo con estómago. 😛
En realidad es una indicación de adónde os vamos a llevar cuando vengáis a Barcelona. Y mira, si venís en verano, aprovechamos y celebramos unos cuantos cumples de una vez. 😀
Ayer máxima 29.5º. Mínima 18.1º. La convivencia entre perros y gatos me mantiene en vilo. La soledad (buscada) es creativa, las ideas y los sentimientos afloran. Cierta irritable hipersensibilidad me lleva a ver los Juegos Olímpicos sin sonido. Capto imágenes secundarias. Ayer los nervios del miope Orenga, aquel orangután del Estudiantes.
Releo a los clásicos. Un dizque Jay Gould. Elegante análisis de tres teorías como causantes de la última gran devastación hace 65 millones de años. ¿Por qué desaparecieron los dinosaurios? Por calentamiento global y particular de los testículos de bestias sin regulación térmica (especulación imposible de refutar) Por intoxicación de alcaloides en unos animales sin sentido del gusto para detectar la amargura de tales venenos (otra especulación imposible de refutar). Por choque de una masa extraterrestre contra nuestra corteza y consiguiente «dark and cold winter» (refutable a través del contenido en iridio de rocas correspondientes a aquella época)
La belleza de la ciencia y de los dos dulces pechos que ayer libé.
LAS PARTÍCULAS ELEMENTALES
Houllebecq me hace reconciliarme con el extraño género de la novela. Cierto que en ella hallo todo lo que considero imprescindible para un relato lúcido: estilo celinesco, código reaccionario, burla de las magufadas new age y otras mariconerías, y sobre todo poner en valor a la ciencia como elemento básico del progreso.
Es una novela de códigos generacionales, escrita para aquellos que nacieron en la década de los 50. Si el lector no relaciona el nombre del protagonista, Djerzinski, con Félix, aquel que transportó a hombros el féretro de Lenin, que no pierda el tiempo. Le faltan las referencias para entender de lo que en ella se habla.