No me gusta hacer crítica ni reseñas. Es muy cansado, porque me gusta (intentar) hacerlo bien, de la manera más objetiva que pueda, y una buena reseña es espectacularmente difícil de hacer.

Si queréis una reseña, podéis leer esta que hice para C sobre La polilla en la casa del humo, de Guillem López. Si no, quedaos por aquí.

Hoy sigo en mi vieja tradición de compartir con vosotros mis apuntes, mis notas de lectura. Es una costumbre que rescato y que tal vez convierta en algo semanal, algo de sábado, como hoy. Son apuntes sencillos orientados a dar información simple sobre lo que podréis encontrar en una obra.

Y hoy toca hablar de mi más reciente experiencia lectora, Luna (Luna nueva), de Ian McDonald.

Luna. New Moon

Vaya por delante que leí el libro en inglés, pero conozco a quien lo tradujo y es una persona eficiente, así que imagino que estas anotaciones servirán también para los que lo queráis leer en lengua cristiana y decente.

No hay alerones feos ni spoilers que valgan. Hago mención al malo malísimo, pero ya imaginabais que habría un malo malísimo en una obra que han llamado «Dallas en la Luna».

(Para los nacidos en los 90: Dallas era una telenovela estadounidense épica, muy épica, al estilo de otras grandes telenovelas de la época como Dinastía o Falcon Crest, que muchos veíamos con nuestras abuelas. Eran exageradas y muy dramáticas, pero a la vez adictivas y muy, muy divertidas. Como Luna).

Vamos con los pluses y los menos. Abandonad aquí mismo cualquier percepción que tengáis de servidora como crítica licenciada en teoría de la literatura y amante de la narratología. Todo lo que sigue es esperpento subjetivo.

Ventajas:

  • Lo tengo firmado por el mismísimo señor McDonald. En el festival Celsius hubo un evento llamado Los tres Ian, donde Ian McDonald, Ian Whates e Ian Watson, en colaboración con Gigamesh, NOS INVITARON A TODOS A ALCOHOL. Lo sé: podría acabar la reseña aquí mismo. Pero sigo.
  • Como ya he indicado, es un culebrón muy bien hecho, pero en la Luna. Hasta hay una escena donde el malo malísimo cuenta su plan macabro y le falta echarse a reír como un mafioso/supervillano cualquiera.
  • Hay conceptos muy muy ingeniosos. Tal vez no son tan ingeniosos para los que sois científicamente muy listos, pero a mí me parecen brillantes. La labor de documentación de esta obra me aturde; hasta los cócteles tienen su razón de ser.
  • No sé si, como dijo una vez el propio McDonald, ha escrito la mejor escena de masturbación femenina del mundo. Pero es la mejor escena de masturbación femenina que yo he leído. Con permiso de la RAE, utilizaré aquí la palabra bizarra. Es esperpéntica y sexi a la vez, si eso es posible.
  • Sí, hay sexo a raudales. Todo el tipo de sexo que os podáis imaginar. Y violencia también hay una poquica. Mi sensación constante era de: «por fin alguien está escribiendo folleteo que a MÍ me gusta».
  • Tiene una prosa extravagante, casi poética, con un uso muy acertado de la elipsis y una manera muy particular de usar la puntuación. McDonald se crió en Irlanda del Norte, como mi señor padre, y reconozco levemente algunas estructuras y maneras de hablar del inglés con influencia gaélica.
  • Todos los localismos y palabras sueltas de diferentes idiomas le dan mucha vidilla al texto.
  • Es como Dune, pero más divertido. Y las mujeres sirven para algo más que para conspirar genéticamente.

Desventajas:

  • A veces se le va la mano y su prosa extravagante ya no es extravagante, sino un pelín barroca.
  • Sí, es un culebrón, pero en la Luna. Hasta hay una escena donde el malo malísimo cuenta su plan macabro y le falta echarse a reír como un mafioso/supervillano cualquiera.
  • Vas a tener que recordar muuuchos nombres. En serio. Es como Sueño en el pabellón rojo cruzado con Canción de hielo y fuego. Pero tranquilos, no llega a nivel Silmarillion.
  • Para los que no seáis muy de ciencia ficción, se os puede hacer pesado tanto párrafo técnico.
  • Para los que no tenéis gustos sexuales tan… eh… especiales como los míos, es posible que os desagrade tanta floritura carnal.
  • Hay relleno. Hay partes que te aburrirán, pero no importa, porque enseguida vendrá otra parte que te fascinará.
  • Sí, ya sabemos que la Luna es malvada y te mata cada dos por tres. No es necesario que nos lo recuerdes cada tres páginas.
  • La construcción de personajes es… curiosa. Empiezan siendo planos como tablas, pero luego poco a poco adquieren un poquito de personalidad. No obstante, esto no importa mucho: son piezas de juego para el autor, no creaciones con agencia y verosimilitud.
  • Es una primera parte. Para seguir leyendo deberás comprar Luna II: Luna de lobos. Tiene pinta de ser trilogía.

Recomendado para:

  • Amantes de la ciencia ficción.
  • Amantes de los culebrones con cierta tolerancia a páginas enteras sobre formas de morir en la Luna.
  • Lectores con un sentido del humor muy particular, que gusten de textos exagerados y dramáticos que no se toman a sí mismos demasiado en serio.
  • Fans de Ian McDonald, de Dune, de pelis de mafiosos, de Dallas y de Canción de hielo y fuego (aviso: No hay tantas descripciones de comida. Y no hay dragones. Para que no os llevéis a engaño).
  • Gente con gustos sexuales… eh… especiales.

Y en claro homenaje al insigne Ángel Sanchidrián, diré que hay tetas y culos y gravedad raruna y gente que muere de formas muy desagradables y eso es lo que le da calidad a la película al libro.

Valoración final:

Leedlo.

 


Notas:

  • Ayer, tres personas increíblemente atractivas compraron mis libros. En concreto, se vendieron dos ejemplares de 70 trucos para sacarle brillo a tu novela y uno del Cielo roto. Si a ti te ha gustado este artículo, puedes imitar a esos compradores de generosidad singular y ayudarme a seguir dedicando mi tiempo a estudiar, analizar y comentar asuntos relacionados con el aprendizaje de la escritura y de lo literario. Solo con adquirir y leer alguna de mis obras ya estás marcando la diferencia. ¡Hay de todo, desde tan solo 0,99 €!