autoedición

Estás algo mareado. O mareada. Escribir es complicado, pero publicar… Publicar a veces parece imposible.

Le mandaste tu manuscrito a 33 editoriales.

Pasó un año y te respondieron dos, Una te contestó por error, y la otra te respondió para decirte que no. NO.

Comienzas a desesperarte, y ves un anuncio donde alguien te pregunta si quieres vender tropecientos mil libros y ser el próximo Dan Brown.

Tienes algo de dinero ahorrado y te planteas esto de la autoedición. Es tentador, ¿no?

No voy a entrar ahora en la conveniencia o no conveniencia de autoeditarse, ni siquiera en si es mejor recurrir a una empresa especializada que lo haga todo o si compensa más acudir directamente a los profesionales involucrados (diseñador, portadista, corrector, etc.). Una de las preguntas que me hacen más a menudo es qué editorial recomendaría para autoedición, en concreto para autoeditarse en papel.

La autoedición sigue en boga. Ahora todo se ha complicado, es cierto: ¿es mejor editar en papel o en ebook? ¿Puedo confiar en una sola empresa para que se ocupe de todo por mí?

En este artículo voy a concentrarme sobre todo en empresas que ofrecen autoedición de libros en formato tradicional (aunque, gracias a las imprentas digitales, muchas de estas empresas ahora ofrecen también conversión a formato digital, con su correspondiente puesta en plataformas y venta de ebooks). También daré unos apuntes acerca de otras opciones relacionadas.

Antes de nada, dos puntos FUNDAMENTALES:

Ten MUY claros tus objetivos

¿Para qué estás haciendo este libro? ¿Es para regalar a tu familia o amigos? ¿Es para conseguir puntos para oposiciones? ¿O es para ver tu propia novela en las librerías? Según tu objetivo, algunas empresas serán mejores que otras, y algunos servicios serán mejores que otros.

  • Si buscas hacer una tirada pequeña para amigos y familiares: Plantéate si realmente necesitas una empresa de autoedición. Para una tirada pequeña puedes incluso plantearte realizarla en una copistería (más “casero”), y puedes prescindir de servicios como corrección, portada profesional, etc.
  • Puntos para oposiciones: Te interesa una editorial que tenga prefijo de ISBN de editorial “tradicional”. Si utiliza ISBN propios de autoedición, tus publicaciones no serán válidas para contar para oposiciones. Estoy hablando de cómo estaba el tema hace siete u ocho años, así que puede que algo haya cambiado en ese sentido, pero, sea como sea, pregunta, infórmate.
  • Venta y distribución: Primero, quiero que sepas que si quieres distribuir en condiciones, si quieres ver tus libros en todas las librerías, tendrás que imprimir muchos libros. Y hay muchas posibilidades de que te comas esos libros con patatas. Segundo: porque tu libro se distribuya en todas las librerías del país no es garantía de que vendas. Y recuerda que, por mucho que la empresa de autoedición prometa en ese sentido, hoy en día la mayor parte de la promoción de un libro tiende a acabar en manos del autor. Y hay que promocionar MUCHO para vender 1000 libros. Tal vez lo más conveniente sea una tirada de 200 o 300 ejemplares, para distribuir tú mismo, tantear el mercado y meterte de lleno en el farragoso mundo de la venta editorial. Aun así, si estás empeñado en sacar una tirada grande, asegúrate de dar con una empresa de autoedición que cubra en su presupuesto cosas tan básicas como distribución masiva en librerías (no solo en dos o tres tiendas web), servicios de prensa, marketing, etc.

Y si sabes muy bien lo que buscas, tendrás más fácil contestar a la siguiente pregunta:

¿Qué tipo de autoedición te interesa?

Aunque hay quien hace diferenciación entre autopublicar y autoeditar, yo uso el término autoedición en general para hablar de escritores que prescinden de editoriales tradicionales y que deciden tomar el control de la producción de su obra.

Por suerte, hoy en día hay todo un amplio abanico de opciones para realizar una edición propia. Y la autoedición se ha convertido en una alternativa más respetada, gracias a la presencia de Amazon, que ha proporcionado una salida muy interesante para libros digitales y a demanda.

Voy a dividir la autoedición en cuatro tipos. Tened en cuenta que estas pueden cruzarse, es decir, puedes autoeditarte con una empresa pero luego editar tus propios ebooks tú mismo, o editar tus ebooks con la ayuda de determinados profesionales y luego publicar en papel con empresas de edición tradicional. Un apartado no excluye los demás.

  • Autoedición en papel con empresa de autoedición: La autoedición clásica. Uno busca una empresa que ofrece servicios de autoedición, firma un contrato y le paga para que salga el libro publicado. Cada empresa tendrá unas condiciones y oferta diferentes. Algunas se ocupan de absolutamente todo: de la corrección, maquetación, diseño, impresión, distribución y promoción del libro. En teoría esto sería fantástico, porque el autor puede limitarse a soltar la pasta y dejar que otros hagan todo el trabajo, moviendo su fabulosa obra hasta que se hagan superventas. En teoría.
  • Coedición: Algunas empresas ofrecen coedición, por la que los gastos de edición se reparten entre autor y editorial, al igual que los beneficios. Del mismo modo, cada empresa de coedición tiene sus propias características y ofrece servicios y porcentajes diferentes. Algunas cubren todos los gastos, pero luego le exigen al autor que venda (o compre él mismo) un número de ejemplares. El gran problema de la coedición es que, a diferencia de editoriales de autoedición que se anuncian claramente como tales, hay unas cuantas editoriales supuestamente tradicionales que realizan coedición encubierta. Eso merecería otro artículo aparte, y prefiero no entrar mucho en el tema, porque, como dice a veces Chuck Wendig, empiezo a mear abejas.
  • Autoedición de libro en papel, hecho en casa: El autor lo hace todo, sin intervención de ninguna empresa (excepto la imprenta, claro). Si es inteligente, sí contará con determinados profesionales (portadista, corrector, etc.) para cubrir las tareas en las que no sea experto. Si no lo es, pasan cosas como esta.
  • Autoedición de libro digital: De nuevo, el autor lo hace todo, pero las tareas son distintas (la maquetación y diseño es diferente, las plataformas son otras, la forma de distribución y promoción también). Y recuerdo que porque te estés autoeditando un ebook no es excusa para hacerlo peor que con el papel.

Bueno, asumimos que ya has decidido para qué quieres sacar un libro y qué tipo de edición quieres buscar. Estos consejos que ofrezco a continuación son, sobre todo, para aquellos que buscan editoriales de autoedición que publican libros en papel (independientemente de que luego también ofrezcan servicios de edición digital).

Yo cofundé y llevé una colección de autoedición durante años. Intentamos hacer las cosas bien, de forma ética. Por supuesto, cometimos errores, y de eso he aprendido. Tras ese aprendizaje, todo lo que he visto en el sector y las historias que me contaban mis clientes de experiencias anteriores, creo que los mejores consejos que puedo dar para el escritor en busca de autoedición se resumen en lo siguiente:

1. Compara presupuestos

Cuando vas a realizar un desembolso grande, ¿compras a la primera o comparas servicios y precios de varias empresas que ofrecen el mismo producto? Curiosamente, y teniendo en cuenta lo que puede llegar a costar una autoedición, muchos escritores optan por una compra a ciegas.

Haz una búsqueda de editoriales de autoedición en Google. Hazte una lista, lo más larga posible, y pídeles a todos presupuesto para un libro con las mismas características. Ten en cuenta que un pack básico difícilmente bajará de los 500 euros (por limitaciones de tiradas mínimas en imprenta, por el tiempo que lleva hacer una maqueta, etc.). Y a partir de ahí… el precio solo sube. Tienes que tener muy claro desde el principio hasta dónde estás dispuesto a llegar.

Esto de pedir presupuestos no solo sirve para comparar precios. También sirve para descartar de inmediato todas las que a raíz de contactar con ellos empiezan a inundarte de emails y llamadas de teléfono. Lo cual nos lleva a…

2. Cuidado con dar demasiados datos

Para empezar, para darte un presupuesto, una empresa solo necesita tu correo electrónico. Si puedes evitarlo, no les des tu número de teléfono (¡ni tu dirección!), por lo menos no antes de decidirte acerca de si trabajarás con ellos. Algunos comerciales pueden llegar a ser muy muy muy pesados.

3. Claridad y transparencia

Es muy importante que las empresas que estás mirando se publiciten CLARAMENTE como empresas de autoedición o coedición. Si su página web no parece terminar de dejar claro que tienes que pagar por sus servicios, esa es una primera señal de alarma. Hay muchas empresas de autoedición y coedición que se disfrazan de editoriales tradicionales, o que no dejan claros sus precios y condiciones desde el principio, y habrás de tener cuidado con ellas. Si no son transparentes desde el principio, ¿qué más te ocultarán más adelante?

4. El más barato no es el mejor… ni lo es el más caro

Aunque hemos hablado de comparar presupuestos, esto precisamente debería servirte para hacerte una idea del precio medio. Verás que habrá estimaciones muy extremas, con una gran diferencia de precio entre unas empresas y otras. Aquí funciona el sentido común: si ves un precio tan bajo que no parece verdad, es posible que no sea verdad.

Asegúrate de tener muy claro qué servicios incluye y qué servicios no incluye cada pack, lote u oferta. Del mismo modo, si una editorial te pide una cantidad muy alta en comparación con el resto, debería verse claramente una diferencia de calidad en su producto (esto se percibe, por ejemplo, en las portadas de libros de clientes anteriores, que podrás ver en su página web).

5. Comprueba el producto por ti mismo/a

Cuando ya hayas ido tachando nombres de tu lista hasta quedarte con solo un pequeño puñado, analiza el resultado de su trabajo. Explícales que te gustaría ver alguna muestra: por lo general no deberían tener ningún problema en enviarte algún libro (nosotros teníamos libros apartados precisamente para estos casos) sin ningún coste, para que puedas ver por ti mismo cómo es el producto.

Toca el libro, mira cómo es por dentro. Compáralo con otros libros que tengas en casa. ¿Está bien fresado o cosido, es agradable de leer, tiene una portada con aspecto profesional, tiene erratas o faltas de ortografía? Todos estos son elementos a tener en cuenta. Te interesa hacer esto con dos o tres editoriales diferentes con precios diferentes, para ver si la diferencia de precio se traduce en una diferencia de calidad realmente apreciable.

6. Ten en cuenta los factores de precio determinantes

Las características que más hacen cambiar el precio de un libro son los siguientes, y deberás tenerlas en cuenta a la hora de comparar presupuestos y servicios:

  • Si el interior de tu libro es en color o blanco y negro: El color puede duplicar el precio de un libro.
  • Tipo de papel: Obviamente un papel grueso, de mayor calidad, encarece el resultado.
  • Número de páginas: Según la empresa, pueden pedirte el número de caracteres de tu documento o que les digas el número de páginas en un formato expresado por ellos (nosotros estimábamos un número de páginas basándonos en lo que ocupase en un documento Word de interlineado sencillo con fuente Times New Roman a tamaño 12). Más páginas, más caro.
  • Número de ejemplares: Ten en cuenta que cuantos más ejemplares, mayor será el coste de impresión, pero a la vez será menor el coste por unidad. Al pedir un presupuesto, procura siempre pedir para un número diferente de unidades (por ejemplo, para 50, 100 y 500 unidades). Deberías ver una diferencia sustancial entre el coste por unidad de una tirada de 100 y una de 500.
  • Servicios: Todos los servicios tienen un coste. Algunos de los que más elevan los precios son las correcciones, los diseños de portada y las labores de promoción (luego hay otros que suelen ser más baratos, como las conversiones a ebook). Generalmente las maquetaciones se incluyen en los precios presupuestados de entrada, pero los que he mencionado antes tienden a considerarse servicios extra (y por tanto se pagan extra).
  • Distribución: Por lo general, las distribuciones no se cobran aparte, sino que la empresa se queda con un porcentaje por venta, como intermediaria, así que esto no tendría por qué afectar al precio base.

7. Busca opiniones de otros clientes

Busca a la empresa por internet. Mira a ver cuál ha sido la experiencia de sus clientes. Una opinión cabreada no tiene por qué significar nada (el cliente no siempre tiene la razón), pero muchas opiniones cabreadas deberían hacerte levantar la ceja.

Cuidado con páginas web que recomiendan encarecidamente a una empresa de autoedición. Hay empresas que tienen webs “falsas”, creadas solo para dirigir a clientes hacia sus servicios. También he sabido de empresas que ofrecen descuentos importantes a clientes que les traen a nuevos clientes, por lo que hay que desconfiar de las reseñas demasiado positivas, en general. Incluso hay casos de empresas de autoedición que crean premios falsos solo para poder agasajar a sus autores y convencerlos de que sigan invirtiendo en más servicios (por suerte solo he visto este tipo de treta por parte de empresas extranjeras, pero ya sabéis que en España aprendemos enseguida).

8. ¡Ese contrato!

Solicita ver el contrato de edición lo antes posible; pregúntales si pueden mandarte uno de muestra por email. Si te dicen que deberías ir en persona a su oficina para verlo (o incluso firmarlo), solicita amablemente que primero lo hagan por correo electrónico. Así podrás analizar las cláusulas con tranquilidad, sin la presencia de otras personas (a quienes igual no les interesa que las leas con mucho detenimiento). Y busca a algún amigo escritor y/o abogado que le eche un ojo y que esté dispuesto a hablar con la editorial para preguntarle cualquier duda. Eso es importantísimo. En ningún caso permitas que te visiten a domicilio.

Cuidado también con la práctica, desgraciadamente habitual en este mundillo, de hacer que viajes hasta su ciudad para la firma en persona del contrato (esto no es necesario: la firma puede hacerse enviando varias copias del contrato por mensajería). Muchas personas firman solo por no pensar que han desperdiciado el coste y tiempo invertido de ese viaje, aunque no les convenzan las condiciones (o incluso cuando descubren que esas condiciones no son las que se habían mencionado inicialmente).

9. ¿Informe de lectura?

Últimamente estoy viendo lotes de autoedición que incluyen informes de lectura de pago.

Cada empresa puede hacer lo que le venga en gana, pero si estás dispuesto a pagarle a alguien para que te publique, no termino de verle mucho sentido a pagarle además por un informe editorial. Si tienes dinero, la mayoría te va a publicar sí o sí, no necesitas pagar por una valoración. Sobre todo cuando los informes se cobran a 200 € o más (un lector freelance cobra una media de 75-100 € por un informe de lectura completo). Los informes de lectura son utilísimos, pero no sirven de mucho si la razón por la que vas a publicar con una empresa de autoedición es precisamente para saltarte el obstáculo de la criba editorial. Y esa criba suele realizarse mediante lectores editoriales, precisamente.

10. Cuidado con las regalías y derechos

Si ya has pagado por la creación de una tirada de libros, asegúrate, como he comentado antes, de que ese sea un pago único, y que los libros ya pasan a tu propiedad. A no ser que te compense porque el precio de edición del libro sea bajo, no tiene sentido que además tengas que pagarle un porcentaje a la editorial por cada libro que vendas, a no ser que la editorial esté actuando como intermediaria en una distribución o como punto de venta.

Del mismo modo, ojo con tus derechos. Tendrás que cederle a la editorial el derecho a publicar esta primera edición, pero no tienes por qué otorgarles derechos que suelen cederse en contratos de edición tradicional, como derechos de publicación internacional o cinematográficos.

11. Que no te vendan la moto

Como ya he dicho, es complicadísimo hacerse rico con la autoedición. No tienes el potencial de promoción detrás que puede tener una gran editorial, y a las empresas de autoedición, por lo general, les vas a pagar lo mismo vendas lo que vendas. Y tu libro no es tan maravilloso, ¿acaso no te lo han rechazado ya 33 editoriales?

Esto no quiere decir que no sea posible hacer un poco de dinero. Con una empresa de autoedición decente, lo normal es que por lo menos recuperes lo invertido, siempre que no hayas hecho una tirada enorme y hayas puesto algo de tu parte respecto a promoción, presentaciones de libros, etc. Incluso, si te lo curras mucho, puedes hacer algún beneficio. Lo de hacerte millonario está más difícil.

Si una empresa te dice que eres la hostia y que vas a vender como rosquillas con chocolate caliente, es muy posible que te esté mintiendo. Huye de los agasajadores, huye.


Y ahí los tenéis, mis once consejos (aunque seguro que de aquí a mañana se me ocurren once más). Veréis que en este artículo he evitado mencionar nombres, para bien y para mal. Esto es por la sencilla razón de que algunas editoriales son un tanto beligerantes y ya he visto a más de un bloguero que se ha encontrado con comentarios realmente desagradables por parte de algún editor aludido. Además, creo que todos podemos meter la pata, y también es cierto que la edición (incluso la autoedición) es un negocio de riesgo. Muchas editoriales de autoedición inflan mucho sus precios, es cierto, pero también tienen que pagar facturas, una oficina, empleados, y etc., y ese dinero tiene que salir de alguna parte. Personalmente creo que la clave está en la honestidad: si una empresa te ofrece sinceridad y claridad desde el principio, contesta a todas tus preguntas sin desviarse nunca del tema y está siempre disponible para todas tus dudas (y no tengas miedo nunca de preguntar, hasta lo que te parezca más tonto), es una buena opción.

Del mismo modo, no hago aquí recomendaciones directas de editoriales que considere que sean válidas. El artículo pretende ser una guía para que el escritor sepa por sí mismo qué tiene que buscar, nada más.

La autoedición ya no es el club desprestigiado que era antes, y cada vez hay más opciones disponibles. Personalmente creo más en buscar por uno mismo profesionales e intermediarios que realicen las tareas necesarias, pero también entiendo que para alguien que nunca ha trabajado en el sector esta puede ser una experiencia realmente ardua, y una empresa de autoedición puede hacernos la vida mucho más sencilla. Espero que con estos pequeños consejos tengáis un poco más claro qué estáis buscando y cómo conseguirlo.

¡Suerte!

*Si has tenido alguna experiencia relativa a la autoedición y quieres compartir tus propios consejos, tienes vía libre en los comentarios. Eso sí, ruego que nos abstengamos de nombrar a editoriales concretas. Este artículo aspira a ser una lista de consejos para gente que busca autoedición, no un enfrentamiento entre escritores y editores. Ya hay muchos foros donde se discute sobre editoriales concretas, y podréis encontrarlos con una búsqueda rápida en Google 😉

 


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