Aunque había realizado (con mayor y menor éxito) otros desafíos de 30 días, no ha sido hasta que comencé el de Escribir sin excusas que me di cuenta del verdadero potencial de este método. Eso sí, tengo seguro que hay ciertas condiciones que ayudan al éxito, y son las siguientes:

La realización del hábito debe tener un mínimo que se realiza a diario, todos los días. Este mínimo debe ser muy fácil, tan fácil que parezca ridículo. Al principio estarás tentado de sumarle dificultad, pero necesitas ese mínimo para los días en los que no tienes ganas, estás enfermo, o surgen otros imprevistos. En el caso del hábito de escritura, son 200 palabras. Parecen muy pocas, ¿verdad? Pues hay días en los que cuestan horrores.

El hábito debe llevarse a cabo siempre a la misma hora, y si va encadenado con otros hábitos, mejor. Analiza los hábitos que ya tienes y enlaza el hábito nuevo a uno de estos. Te resultará más fácil y automático llevarlo a cabo. En el caso de la escritura, me pongo justo después de desayunar, y además se ha convertido en el detonante de un día de trabajo productivo (aunque por alguna circunstancia me levante tarde, si me hago el té de siempre y luego escribo, todos los demás bloques de trabajo vienen solos). Obviamente hay días en los que no podrás realizarlo a la hora de siempre, pero es fundamental mantenerlo dentro de lo posible en un horario establecido.

El hábito tarda unos 60 días en cuajar. 30 días son un buen comienzo (y es ideal para ver si el nuevo hábito te conviene), y la parte más difícil de la ecuación, pero para que la cosa se instale con firmeza en tu cabeza y tu rutina, lo mejor son 60. Y 90 ya son ideales. Yo estoy cerca de los 90 con el desafío de escritura (llevo 82 días seguidos escribiendo), y ni se me pasa ahora por la cabeza pasar un día sin escribir, no solo por la rabia que me daría romper la racha, sino porque la costumbre se me ha metido en el cuerpo del todo. No digo que no pueda pasar algo raro y termine por romperse esa racha, pero quitarme el hábito ya sería muchísimo más difícil.

Compartir el desafío con otros ayuda muchísimo. En el grupo de Facebook nos hemos ido dando ánimos y hemos publicado a diario nuestros resultados. Es genial compartir el entusiasmo, y el hecho de estar a plena vista de los demás nos presiona para no desfallecer. Si te quieres apuntar al desafío de escritura, solo tienes que solicitar acceso por Facebook. Puedes empezar en cualquier momento (hay quien lleva 80 días y hay quien lleva unas semanas).

-Los resultados son lentos, pero llegan. Si alguien me llega a decir que en unos meses iba a tener más de 40000 palabras escritas, lo habría dudado seriamente. He escrito antes, mucho, pero siempre de forma errática. Este nuevo hábito es sistemático y muy productivo, y es importante para mí marcar esta distancia entre la escritura de ficción, para la que necesito un tiempo concreto a diario, y la escritura por trabajo (ensayo y etc.), que realizo según las necesidades de cada proyecto. Cuando un tipo de escritura no tiene más motivación que el propio deseo (nada de remuneración, ni apoyo ajeno), es mucho más difícil comprometerse con ella. Tengo muy claro que estas 40000 palabras pueden no llegar a nada, pero son 40000 palabras menos de los millones de palabras que tengo que escribir para mejorar en esto de juntar letras con sentido.

Ahora que me acerco al cumplimiento de esos 90 días, que se ampliarán y apostarán por un margen de 120 en cuanto llegue, he decidido empezar otro desafío similar, y mantener las mismas condiciones y estructura con el desafío de Escribir sin excusas, que tan buenos resultados me ha proporcionado. He dudado bastante acerca de qué elegir, había muchas cosas que me resultaban atractivas. Al final me he decantado por el ejercicio; por razones de trabajo mi régimen de ejercicio ha sido muy caótico últimamente y me gustaría tener un hábito para realizar un ejercicio, aunque sea mínimo, a la misma hora todas las mañanas. Será una cosa en principio muy sencilla (seguramente algo de calentamiento y un ejercicio de pilates, unos cinco minutos en total), con la idea de ampliarla con el tiempo. Lo importante no es la cantidad en estos momentos, sino crear la costumbre como me ha ocurrido con la escritura.

He empezado esta mañana. ¿Alguien se apunta conmigo? Si os interesa, podríamos formar otro grupo común. Estas serían las características:

  1. La idea es elegir un momento al día en el que realizar el ejercicio (el mío sería a primera hora de la mañana, antes del desayuno), e intentar mantener ese horario.
  2. Seleccionar el mínimo que queremos realizar (en mi caso será el ejercicio de pilates, pero podrían ser 2 minutos corriendo, o 5 minutos en bici, o una flexión, o 2 abdominales, o lo que sea). Debe ser algo muy sencillo, y si puede realizarse sin necesidad de grandes preparaciones, mucho mejor. Cuanto más fácil nos lo pongamos, más posibilidades tenemos de triunfar. Yo he elegido el pilates porque puedo hacerlo en pijama, en casa, lo cual elimina aún más la pereza previa. 
  3. También debe ser algo que puedes realizar incluso cuando no estás en tu mejor momento. Es muy importante tener claro que la meta aquí es crear el hábito, no perder peso o crear músculo. No estamos buscando un workout completo (aunque podemos ir aumentando la dificultad muy poco a poco), sino algo que nos incentive porque realmente no tenemos ninguna excusa para no hacerlo.
  4. Si fallamos algún día, debemos volver a contar desde el principio.
  5. Este hábito puede complementarse con otros ejercicios que hagamos a lo largo del día, pero no es obligatorio. Lo que es obligatorio es realizar esos 2 minutos, esa flexión, esos 2 abdominales, ese ejercicio de pilates, o lo que hayamos elegido como mínimo diario.
  6. La meta es realizar 30 días este hábito, todos los días. Esta meta puede ampliarse a 60, a 90, etc., si lo creemos conveniente.
Editando: Ya tenemos grupo en Facebook. Podéis solicitar entrada aquí si os interesa participar.
——————————
Image courtesy of ArtDigital / FreeDigitalPhotos.net

Leyendo: At Swim, Two Boys, de Jamie O’Neill. Una maravilla de prosa que recuerda al Joyce más cercano.
Escuchando: Enganchada al Synthetica de Metric.